Glaciar de Arolla
Llegó agosto del 2010, día 28, y la salida tan esperada a los Alpes se “materializó”, ¡ya era hora! Llevaba todo el verano esperando a que llegara el momento, no sabía cómo iba a responder mi cuerpo, aunque mi espíritu iba a por todas. Nunca antes había hecho una actividad así, aunque sí tenía un montón de travesías por montaña a mis espaldas. El hecho de ir encordada, con los crampones y el arnés era toda una experiencia…