Más grande cualquier casita
que semejante pedazo de
barcos..
Tengo un hueco de mi fondo de mochila ocupado ya para siempre con la belleza de Noruega. Hemos logrado llegar por carretera después de 3 interminables días, en nuestra casa rodante, y las 2 semanas que hemos transitado por esa naturaleza desbordante, nos han dejado mudos de asombro. Mirases donde mirases todo era verde, agua por todas partes, esas flores, esos jardines bien cuidados, las casas de madera de colores y tejados de hierba, esa limpieza y sobre todo, sus montañas, lagos y fiordos, dignas de postal y de llenar cualquier corazón, como el mío, ávido de espacios abiertos y naturaleza.