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Arantza López Marugán. Querida, esto es el Everest. Ed. Desnivel. 2003.
Las exploradoras Nina Mazuchelli y Fanny Workman, la viajera Alexandra David-Neel, las himalayistas Wanda Rutkiewicz, Chantal Maudit, Cherie Bremer-Kamp, Julie Tullis y Nanda Devi Unsoeld. Arantza fabula sobre las primeras exploradoras del Himalaya del siglo XIX, dibujando un retrato preciso de la época en la que vivieron. Relata el atrevimiento de llegar hasta el Everest en una silla de manos o disfrazarse de tibetana y vivir en la prohibida Lasa. Y añade otras historias, más cercanas en el tiempo, de mujeres que pusieron sus ilusiones en montañas de más de ocho mil metros. Como Wanda Rutkiewicz, que pudo haber sido la primera mujer en escalar los catorce ochomiles. O las lecciones de coraje que dejaron Chantal Mauduit, Devi Unsoeld, Cherie Bremer-Kamp o Julie Tullis.
Miriam García Pascual.
Bájame una estrella. Ed. Desnivel. 1ª edición 1991.
Miriam nació en Tafalla en 1963. En 1986 empieza a viajar y a escalar en Estados Unidos, Perú, Patagonia, Malí, etc. Desapareció durante su intento al Meru Norte, en India, en 1990. Mientras viajaba escribía, dibujaba, creaba,.. Este libro es una parte de esa experiencia. Va por su séptima edición y ya se ha convertido en una obra de referencia. Con pocas palabras, desde el corazón, con precisión y armonía, Miriam traslada las emociones que se encuentra en la vida que ha escogido y las escribe y dibuja en cada página. La magia de la montaña y de las paredes, la sorpresa del encuentro con culturas diferentes, la crudeza de lo cotidiano cuando se ha elegido la libertad,..Un relato poético e íntimo que ha inspirado a muchas personas amantes de la montaña y de la escalada.
Marta Iturralde. Mujeres y montañas. Ed. Desnivel. 2002.
En primera persona, como si ellas mismas nos contaran sus hazañas, Marta novela sobre las atrevidas pioneras que se acercaron a los Pirineos en los siglos XVIII y XIX. Mujeres de la aristocracia, incluso una reina, como Rosalie Ramond, Natalie Noailles, Hortense de Beauharnais o Carolina de Nápoles. O las más conocidas Ann Lister (primera mujer en ascender al Monte Perdido, en 1830, y al Vignemale, en 1838) o Alice Prevost, que con dieciséis años fue la primera mujer en llegar a la cima del Aneto, en 1858.
¿Cómo llegaron estas mujeres a lugares tan poco conocidos entonces? En este libro se ofrece una reconstrucción rigurosa, basada en la documentación que ellas y sobre ellas dejaron.