jueves, 9 de diciembre de 2010

Mi montaña. Eider Elizegi Telletxea (Ed. Desnivel, 2010)


¿Cómo se siente la vida en un refugio colgado a 3817 metros, a un paso de la montaña más visitada de los Alpes?

¿Qué se encuentra en una Montaña cuando se permanece en ella durante más de cien días?

En el año 2008, Eider Elizegi Telletxea trabajó durante cuatro meses, de junio a setiembre, en el refugio de Goûter, situado en la ruta más utilizada al Mont-Blanc. En ese tiempo fue espectadora excepcional de los sueños de cientos de personas venidas de todos los rincones del mundo, que querían alcanzar un reto para el que necesitaban contar con el favor de la naturaleza. Tormentas, nieve, nubes, viento,… cualquier factor puede acabar con los planes de la ascensión, o ser la causa de un accidente.

¿Cómo se organiza un espacio limitado para dar cobijo, de comer y de beber a tanta gente que llega abatida por el cansancio y por la escasez de oxígeno, al borde de sus fuerzas, pero dispuesta a sobrepasar sus límites?

Eider nos atrapa con su relato del ritmo frenético del refugio y de la autoridad a veces permisiva de la Montaña. Cientos de personas llegan a diario, exhaustas, a veces tras perderse en la niebla durante horas. Arreglar literas, preparar desayunos a las dos de la mañana, reanimar a una persona que llega perdida, llamar al helicóptero de rescate,.. La osadía, el miedo, la renuncia, el triunfo, el fracaso, la muerte,.. todo pasa por el refugio. Todo se va, excepto la Montaña y la gente que cuida del refugio.

Entre tanta actividad, la escritora habla en silencio sobre la esencia de la Montaña y de la naturaleza, su imparable energía, su autonomía arrogante frente a los sueños que pasan por Goûter. Sobre el desprendimiento de hábitos aparentemente imprescindibles y la ausencia de ataduras. Sobre la libertad de elegir y ser libre en un minúsculo espacio colgado en una Montaña, rodeado de hielo y nieve.

Eider Elizegi Telletxea, vagamontañas


Luisa Alonso Cires


1 comentario:

Anónimo dijo...

ahalik eta lasterren erosiko dut! irakurzale amorratua naiz baina normalean eskuetara heltzen zaizkidan liburuak irakurtzen ditut, oraingoan eskuak dira liburuarengana hurbildu nahian dabiltzanak
esti