El pasado domingo los excursionistas donostiarras completaron la última etapa del Trekking Donostia-Baiona, una travesía como las grandes pero en el domesticado relieve vasco. La travesía tenía que unir las dos capitales, Donostia y Baiona, a través de las montañas, siguiendo el rutometro del exitoso libro Trekking Donostia-Baiona, de Txusma Perez Azaceta y editado por Sua.
Durante todo el año, lo que ha permitido intimar con la orografía en todas las épocas de año, se han completado travesías, con la colaboración de buses, que transportaban a los aficionados al punto de salida y los recogían en el de llegada. Han sido en total 11 jornadas, 169 km, 4530 m de desnivel y hemos participado 1.930 mendizales.
La organización técnica con su gran equipo de guias ha corrido a cargo del CVC, a instancia de la oficina de Donostia Capital Europea de la Cultura 2016. Ha sido la aventura más grande organizada por la asociación CVC en su larga vida, especialmente por la gran participación, un fenómeno social.
La jornada del domingo 12 fue muy especial. Habiendo quedado atrás las montañas, el territorio hostil, ahora quedaba llegar a Baiona por la planicie y que mejor que seguir el cauce del río Errobi-La nive. Han sido 14 km, por su antiguo camino de sirga, en un escenario de verdes pastizales, campos de labor de maíz, bosques de diferente tipo y todo ello adornado por caseríos que mantienen vivo un mundo rural que lucha por no desaparecer.
353 fueron los participantes que acudieron a esta cita festiva, un hito de participación en este tipo de propuestas, en un viaje a pie inolvidable que quedará en el recuerdo de los marchadores.
Pero como el fin era cultural, acabaron en el Museo Vasco de Baiona, el mejor museo etnológico del país, donde se celebró un emotivo acto cultural, como broche de oro a los objetivos que se marcaron al inicio y que se han cumplido:
-conocer el territorio que nos rodea, con nuestra historia y cultura, a través de algunos hitos claves del país.
-favorecer los hábitos saludables y el contacto con la gente y ayudar a compartir momentos agradables.
-eliminar las fronteras entre San Sebastián y Baiona uniendo ambas localidades a través de la orografía vasca. Un objetivo que se inscribe también en el proyecto de San Sebastian 16, esencialmente transfronterizo.
Una vez más el deporte y la cultura han ido de la mano.
María Jesús Garmendia (CVC)
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