viernes, 25 de enero de 2013

La Catedral (Tenerife) - Ana Ruiz Pérez




En los tres años que llevamos la rubi y yo haciendo tapia nos estamos encontrando en “este mismo caminar” personas increíbles, majas y sanas, que no sólo nos aportan en tema “escalada” sino también en los propios valores cotidianos. De esta manera quiero hacer referencia a Tadeo, que nos abrió las puertas de su casa y nos hizo de guía junto con Javier en su tierra. Por tú humildad y cariño, gracias Guantxe!! Bendita confusión la mía al liarme con un chico llamado Tomeu con el que fuimos a Vilanova Artifo. Todo queda como anecdota (porque de Tomeu a Tadeo, mira tú!!!), pero ahora Tadeo ya ha pasado a formar parte de nuestra cuadrilla. 


El mismo día que pisamos tierra en Puerto de la Cruz, Javier nos pone los deberes para todos los días de estancia. Comenzaríamos por “La Catedral” metiéndonos como cordada femenina, en la vía “Pet+Tejedor” hasta la cima. La vía “Pet” fue abierta por nuestro querido amigo Miguel Diez el Valenciano, así que para nosotras era todo un lujo probar otra de sus aperturas, aparte de las del Peñon de Ifach. 


“La Catedral” o Torre Ucanca tiene su propia historia. Con unos 120 metros de altura la "Torre de Ucanca", fue rebautizada como "La Catedral". Guillermo Pérez y Félix Méndez ascendieron a la cima el 8 de agosto de 1955, bautizándola como "Torre de Ucanca" . Pasó una década entera desde que ocurrió aquello cuando Cesáreo Tejedor, fundador del Grupo Montañero de Tenerife, el 10 de agosto de 1966, junto a José Vargas, ascienden de nuevo a la Torre pensando en ser el primer hombre que pone los pies en su cima. Tejedor desconocía la anterior subida y el nombre de la torre, re-bautizando el monumento rocoso como "La Catedral". Pensando en ser los pioneros, se encontraron en la cumbre con el buzón colocado doce años antes por Pérez y Méndez. Guillermo Pérez había muerto dos años después de la ascensión en un accidente de montaña, pero Félix Méndez recibió una postal de Tejedor donde se le contaba la anécdota. 


Hay que decir, que se trata de una cima codiciada por los escaladores ya que las vistas que ofrece sobre las cañadas es todo un espectáculo, por lo que Tadeo y Pedro la escalarían por otra vía, y Gloria y Negro por su vía Normal, juntándonos todos en la cima. 

Parecía una japonesa sacando fotos a todo, porque es que “todo” me fascinaba: los colores, el tipo de roca, las formaciones, todos los Roques , el Teide, las cañadas… y la Rubi con su paciencia divina o como viene siendo: haciendo de tripas corazón. 




La escalada al principio se nos hizo un tanto extraña, en un tipo de basalto con una adherencia perfecta pero en la que en algunos momentos había que coger la roca con cariño porque se desmenuzaba en las manos y para manazas las mías, que en vez de agarrar apalanco. Llegada a la cima y foto con el Teide a nuestras espaldas y fotos de todos los turistas que alucinaban al vernos encaramados a esta cima. 

Como esta escalada se nos hacia pequeña, Tadeo y Pedro nos llevaron al trote al Roque Guillermo deleitándonos con otra vía de disfrute; “Superbazotzi”, surcada de fisurillas para disfrutar del cacharreo. Menos mal que estaban ellos, porque el llegar escalando a la cima no tuvo problema, pero la bajada?? Dios mio, quién hubiese encontrado los destrepes y el camino correcto, sólo ellos... Mientras el atardecer se desplomaba sobre el Teide y los colores hasta entonces azulados se tornaron en naranjas y rojos. Un placer para la vista. 


No contentos con estas dos escaladas, nos tenían preparada la guinda del pastel. Ya cerca del Roque Cinchado, que no es otro que el Roque del billete de mil pesetas, Tadeo escaló un bloque en zapatillas, y nos miró con cara de póker por si no lo íbamos a probar... y la verdad es que había escalado dos Roques con cuerda pero hacer este mini-roque-bloque sin cuerda, con sus casi 7/8 metros daba un tanto de respeto. Pero pelillos a la mar, las rubi y more seguidas del Negro, que no pierde comba, por allí que subimos tentanto el galletazo. 

Que decir, que llegamos al hotel con una sonrisa y cara de memas que todavía no se nos ha quitado, disfrutando de nuestro primer día de escalada en Tenerife. ¿Qué nos depararía el día siguiente?



4 comentarios:

JOANA GARCÍA dijo...

Que maravilla poder escalar en un lugar así!!!!!

Anónimo dijo...

Que bien os lo montais!! La verdad es que a mi también me parece un lugar alucinante, y ademas de eso y la gente, esta el clima , que para mi es perfecto!
muy buen post y ya he aprendido mas cosas; por cierto, como llaman ellos a "la Catedral" / "Torre de Ucanca"?
esti

neskalatzaileak dijo...

Creo que lo más común es "La Catedral", a ver si alguno de los "tortugas" (canarios) nos lo verifica. Se trata de un lugar bastante protegido y los escaladores del lugar intentan cuidarlo a tope, abriendo con chapas de color marrón para que no se vean... la verdad es que se lo curran bastante

Anónimo dijo...

Yeeeh!!, me gustó la entrada. Para nosotros es La Catedral, y anteriormente a que Felix Mendez su primer escalador lo llamase torre de Ucanca, era conocida como el roque de Las Palomas.

Un besazo "muyayas"

javi