Desde de la presa de Cavallers (1790 m) sale un camino que bordea el lago hasta la cola del embalse, el camino sigue en la misma dirección y empieza a subir suavemente hacia la Plana de Riumalo.
Presa de Cavallers
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Plana de Riumalo
Desde aquí, a nuestra izquierda se abre el barranco y al fondo la pirámide del Besiberri, dejamos el sendero que nos llevaría al refugio de Ventosa y Calvell y nos dirigimos hacia el barranco. Cruzamos el río por las pasarelas de madera.
Barranco de Riumalo
El itinerario discurre por el margen izquierdo del barranco por terreno pedregoso. La pendiente es fuerte con lo que vamos ganando altura muy deprisa. Llegamos al Estany de Riumalo, desde donde si echamos la vista atrás vemos el objetivo del día siguiente Punta Alta. Pero vamos a centrarnos en lo de hoy. Por delante tenemos toda la fabulosa cresta de los Besiberris.
Estany Riumalo
Pirámide y cresta de Besiberri
Desde el estany de Riumalo, vemos la Brecha de Peyta, lugar donde estaba el antiguo refugio de Besiberri. Descartamos seguir hacia la brecha y cogemos el camino que va hacia la pirámide del Besiberri. Por terreno pedregoso llegamos a la pirámide. Ahora nos queda trepar por corredores; es importante seguir bien los hitos, aun así en la subida cogimos alguno mal y necesitamos cuerda para superar un paso de dos metros.
Llegamos a la cima, desde donde se divisan crestas y cordales allí a donde mires. Si la vista va hacia abajo son los estanys los que te atrapan.
Descendemos por el mismo sitio de subida, a excepción del paso mencionado, lo pasamos más a la derecha, por lo que a la bajada no necesitamos utilizar el cordino. Nos espera una fuerte bajada pero, tipi tapa, llegamos al punto donde esta mañana comenzamos. Con la ilusión de haber llegado a una cima que en dos ocasiones anteriores y por el mal tiempo habíamos intentado sin éxito. A la tercera objetivo cumplido.
Distancia: 12,45 km.
Desnivel positivo acumulado: 1415 m
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