¡Romsdalen, un paraíso para el esquí de travesía!
Siempre hay imágenes que se nos quedan gravadas en nuestro interior.. La luz de las montañas noruegas, mirar en el horizonte y ver el mar mientras nos deslizamos con los esquís.. Es uno de esos fotogramas que se quedan en mi cabecita y hace que año tras año vuelva a descubrir rincones montañosos de este país.
Este año toca el macizo de Romsdalen, en los fiordos de la costa Oeste.
El ritmo de vida es sencillo, dormir en una cabaña de pescadores a las orillas del fiordo y cada mañana buscar un pico del que nos hemos encaprichado y queremos trazar nuestros caprichosos giros por sus pendientes.
El ritmo de vida es sencillo, dormir en una cabaña de pescadores a las orillas del fiordo y cada mañana buscar un pico del que nos hemos encaprichado y queremos trazar nuestros caprichosos giros por sus pendientes.
Así pasan los días, los 1.000 de pala del Kirketaket, los tubos juguetones del Blanebba, el Hesten y su bella arista, las pendientes vertiginosas del Finann.. y otros tantos más!
Ah!, y todo acompañado de una nieve en la que flotar por la montaña se convierte en toda una sensación...
No solo son montañas, Noruega te ofrece una forma de entender la convivencia con el medio, de respetar los caprichos de la naturaleza y vivir en armonía con ellos..
Una vez más vuelvo enamorada de esas tierras...
Patri
marzo 2011
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