Elvira Shataeva
El Pico Lenin (7134 m), en la cordillera Pamir, entre Kirguizistan y Tadjikistan, está considerado como una de las montañas de más siete mil metros más accesibles. Sin embargo, su historia está marcada por varias tragedias que acabaron con la vida de decenas de personas.
En agosto de 1974, un equipo formado por ocho montañeras rusas, lideradas por Elvira Shataeva, intentaron su ascensión. Su objetivo era llegar a una cumbre prestigiosa formando una cordada exclusivamente de mujeres. Algo extraordinario para su época. Eran mujeres con experiencia en otras cumbres, pero la climatología cambiante de la zona les enfrentó a una de las tragedias más conocidas de la historia del montañismo.
Después de alcanzar la cumbre, fueron sorprendidas en mitad de la noche por un viento huracanado que destruyó las tiendas, se llevó la mayor parte de sus equipos y ropas, agotó sus fuerzas y las arrastró hacia abajo. Por la mañana pudieron comunicarse por radio y lograron alertar de su situación a la gente que permanecía en la base de la montaña. A pesar del fuerte viento y de la niebla, su llamada puso en movimiento a alpinistas franceses, ingleses, austríacos y japoneses que estaban en la zona. Mientras el tiempo pasaba, la radio sirvió para que se conociera su situación desesperada, para oír sus palabras de despedida.
Finalmente, los montañeros que acudían a su rescate no pudieron llegar a tiempo. Las ocho montañeras quedaron enterradas a más de 6000 metros. Un año después se recuperaron sus cuerpos.
Tras la tragedia se abrió la lista de preguntas. ¿Qué había pasado? ¿Iban mal equipadas? ¿Fueron demasiado osadas en su idea de ascender en una cordada exclusivamente de mujeres, en intentar llegar todas a la cumbre? ¿Se arriesgaron en exceso? Hubo opiniones de toda clase y una en común: la montaña no distingue a hombres y mujeres. Unos años más tarde, en 1990, la avalancha originada por un terremoto, sepultó a 43 personas que pasaban la noche en un campo base a 5300 metros, esperando para ascender al Pico Lenin.
Tras la tragedia se abrió la lista de preguntas. ¿Qué había pasado? ¿Iban mal equipadas? ¿Fueron demasiado osadas en su idea de ascender en una cordada exclusivamente de mujeres, en intentar llegar todas a la cumbre? ¿Se arriesgaron en exceso? Hubo opiniones de toda clase y una en común: la montaña no distingue a hombres y mujeres. Unos años más tarde, en 1990, la avalancha originada por un terremoto, sepultó a 43 personas que pasaban la noche en un campo base a 5300 metros, esperando para ascender al Pico Lenin.
Fotos:
5 comentarios:
Kaixo,
Hace algunos años conocimos por medio de un amigo, a un escalador que coincidió con las mujeres en el Pico Lenin. Ellos fueron con una expedición americana y él llegó a ver a varias de estas mujeres en el campamento totalmente derruido, ya cadáveres y según nos contaba, con un material muy malo. Cuando nos lo relataba, lo vivía de tal modo que parecía que no habían pasado los años en su vida. Ahora mismo, creo que él tendrá 75 años.
La tragedia de estas mujeres conmovió a todo el mundo. Una de las razones manejadas fue que no llevaban un equipo apropiado para las condiciones climatológicas que se desataron. Era otra época y estaban en la Unión Soviética. En cualquier caso, pretendieron demostrar que podían hacerlo, todas juntas. Se les recordará también por eso, por su coraje.
Quienes a la sazón de entre los americanos de aquel encuentro internacional, que reunió a alpinistas de varias nacionalidades, contaban entre 35 y 38 años, y por lo tanto ahora tendrían alrededor de 75 años, se encontraban Chris Wren (36), John Evans (35) y Jocelyn (Jock) Glidden (38). Podría tratarse concretamente de Chris Wren o de Jock Glidden, que formaban parte del grupo de rescate que dió con los cadáveres de las alpinistas rusas. Los pormenores de dos de estas expediciones están relatados en al menos dos libros: uno de Robert W.Craig ("Storm & Sorrow) de la expedición americana, y uno de F. Valla y J.-P. Zuanon (PAMIR. Escalade d'un 7.000 au pays des Kirghizes). Ambos libros constituyen un documento sobrecogedor de aquellos hechos, en que llegaron a perecer trece escaladores en pocos días, entre ellos nueve mujeres, puesto que a las nueve rusas falta añadir Eva Isenschmidt, una chica suiza que murió días antes a unos 6.500 metros de altitud.
http://www.uthamfest.com/jury_guests/jock-gliddon.htm
http://www.time.com/time/magazine/article/0,9171,944947,00.html
Recibido en mujeresdepyrenaica@gmail.com
Quienes a la sazón de entre los americanos de aquel encuentro internacional, que reunió a alpinistas de varias nacionalidades, contaban entre 35 y 38 años, y por lo tanto ahora tendrían alrededor de 75 años, se encontraban Chris Wren (36), John Evans (35) y Jocelyn (Jock) Glidden (38). Podría tratarse concretamente de Chris Wren o de Jock Glidden, que formaban parte del grupo de rescate que dió con los cadáveres de las alpinistas rusas. Los pormenores de dos de estas expediciones están relatados en al menos dos libros: uno de Robert W.Craig ("Storm & Sorrow) de la expedición americana, y uno de F. Valla y J.-P. Zuanon (PAMIR. Escalade d'un 7.000 au pays des Kirghizes). Ambos libros constituyen un documento sobrecogedor de aquellos hechos, en que llegaron a perecer trece escaladores en pocos días, entre ellos nueve mujeres, puesto que a las nueve rusas falta añadir Eva Isenschmidt, una chica suiza que murió días antes a unos 6.500 metros de altitud.
http://www.uthamfest.com/jury_guests/jock-gliddon.htm
http://www.time.com/time/magazine/article/0,9171,944947,00.html
Jordi Lalueza
Kaixo,
Sí. Nosotros conocemos a Jock Glidden. Estuvo con nosotros en Pirineo en el año 2001, y luego coincimos con él en Utah haciendo esquí de montaña en el año 2002 y 2006. Cuando nos contó la historia del Pico Lenin, estábamos en Indian Creek, haciendo un recorrido por los cañones y una noche a la luz de un fuego que hicimos para cocinar, se fumó un puro que le habíamos regalado, y en su casi olvidado castellano, nos relató esta terrible historia.
Todavía, sigue escalando y haciendo esquí. Es un hombre muy interesante, con un historial de montaña impresionante.
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