Subida desde Gabardito al Bisaurín y al Puntal de Secus.
Sábado 5 de marzo
Con un sol de justicia, el sábado desayunamos tranquilamente en la furgo de Iñaki (por cierto, esta vez logré no tirarme el café hirviendo por encima...) y desde selva de Oza, campamento Ramiro M., salimos foqueando en dirección al Pico Lariste. Para variar en nuestra organización, se nos olvidó el mapa en la furgo, así que, como por delante iban unos txik@s y llevaban la misma dirección que nuestro propósito del día, decidimos aprovechar su huella.
El camino por las Foyas de Santa Marina, cruzando el barranco de izquierda a derecha, con nieve un poco durita, ponía la guinda, ¡a ver quién era el primero en patinar y meterse en sus dulces aguas! Con un poquito de equilibrio conseguimos salir al plató, que ofrecía unas vistas increíbles del Pico Lariste, Puerto Palos, Pico Burq y Orristé. En este momento nos juntamos con el grupito de delante (que raro!!! vascos en el monte) y continuamos con ellos hacia el Orristé (2.115 m) que parecía ofrecer una bajada espectacular.
De repente mis ojos avistaron, como dijo el Iña, ¿un plantigrado? Yo, como buena patatera, eché un órdago y lo afirmé como OSO. De aquí en adelante, nuestras mentes calenturientas veían a CAMILLE (que creemos murió el año pasado pero, como dice Mire la sevillana, me la pela lo que ponga en la guía). Era un oso y punto pelota, tenemos pruebas fotográficas. A partir de entonces, todo fueron risas: teníamos que dar parte de haber visto un oso, Nuño quería rastrear las huellas hasta toparse con el plantígrado y hacerle una entrevista cara a cara.... Al llegar a la cima, nuestro ojos no daban crédito: a unos 1800 de desnivel vimos correr cuatro bolas negras por la nieve y otra vez nuestras cabecitas se pusieron a maquinar: los oseznos de CAMILLE. Encima la lujuriosa de ella había tenido un invierno movidito y en vez de una cría, cuatro!!!
Bajada espectacular con ochos marcados en la nieve y a publicar nuestra noticia por el valle. Sonia ni corta ni perezosa les preguntó directamente a unos aborígenes del lugar por los osos del valle, y yo claro con mi bocarrana por detrás diciendo que habíamos visto a CAMILLE. Fue el día de las bestias: vimos osos, grullas y hasta una vaca pariendo, si es que esto de ir al monte es lo que tiene. Al final decidimos que como eran carnavales, Antxón Burcio (organizador de la trave EMF), se había disfrazado de oso y estaba reconociendo el terreno, aunque .... lo siento Antxón pero casi no te tienes que disfrazar, ja,ja....
Domingo 6 de marzo.
Salida foqueando desde Gabardito, 8.00 h. Tras un pequeño embotellamiento, decido tirar para adelante colocándome en cabeza. A los 2 minutos, Iñaki y yo foqueamos "sólos" siendo una trave de unas 80 personas, por el precioso bosque y el famoso paso: Salto la Vieja. Seguimos, sin prisa pero sin pausa, con Las Cutas a mano derecha y con el objetivo de llegar al collado del Secus antes de las tres horas marcadas por la organización, que nos daría carta blanca para proseguir hacia Bisaurin.
Primera conejada del día: se me engancha en un seto la roseta y la punta del esquí, con el consiguiente batakazo contra una piedra que me deja un lindo morao en la rodi, ¡menos mal que llevo casco! Al tiempo nos pasa como una bala Amets (la super-neska esquí power), con dos amigos. Y, ¡como no!, tratamos de no perderles de vista, pero Amets es mucha mujer y con un potencial físico increíble va sacando distancia, no sólo a nosotros si no también a sus compis. Visualizo el collado y las zetas perfectas trazadas por la organización. Para las 10.45 h. ya estoy en el control.
Yyyyyy segunda conejada: veo una subida sublime con huella que lleva directa a una cima (los ojos me hacen txiribitas como a la Marujita) y pienso que es el Puntal del Secus, por lo que desecho por completo el ir hacia Bisaurin. Pero mi gozo en un pozo, es el corredor Norte del Bisaurin y por ahí como que no va la trave. Así que me como una barrita más dura que los pies de Perico, teniéndome que desatar el casco, ya que cada vez que masticaba me ahogaba con sus cinchas.
Hacemos cima en Puntal de Secus, yo ya con la firme decisión de no ir hasta Bisaurin, pero cuando bajamos al collado de nuevo, el grupo organizador me comenta si voy a ir con ellos. Mi decisión es firme, y aunque mi cuerpo quiere ir, esta vez y por primera vez creo en mi vida hago caso a mi cabeza, no tengo que demostrar nada a nadie, y menos a mi misma, he llegado incluso 15 minutos antes de cerrar el control. Esta vez no quiero sufrir, me niego en rotundo y cada vez mi rechazo es mayor a continuar. Prefiero bajar tranquilamente y disfrutar de la esquiada, sin tener que volver a ponerme focas, grampones, esquíes a la txepa.... Simplemente me da pereza. Me junto con Andoni (Presi del C. Erlaitz) y nos lanzamos directos camino de Gabardito. Charlamos agradablemente y esperamos a que llegue la peña tomando una cervecita al sol. Mientras, el Iña lo da todo en la subida al Bisaurin y como un campeón llega a la furgo con una sonrisa de oreja a oreja. Menudo finde de nieve, todo ha salido redondo.
Primera conejada del día: se me engancha en un seto la roseta y la punta del esquí, con el consiguiente batakazo contra una piedra que me deja un lindo morao en la rodi, ¡menos mal que llevo casco! Al tiempo nos pasa como una bala Amets (la super-neska esquí power), con dos amigos. Y, ¡como no!, tratamos de no perderles de vista, pero Amets es mucha mujer y con un potencial físico increíble va sacando distancia, no sólo a nosotros si no también a sus compis. Visualizo el collado y las zetas perfectas trazadas por la organización. Para las 10.45 h. ya estoy en el control.
Yyyyyy segunda conejada: veo una subida sublime con huella que lleva directa a una cima (los ojos me hacen txiribitas como a la Marujita) y pienso que es el Puntal del Secus, por lo que desecho por completo el ir hacia Bisaurin. Pero mi gozo en un pozo, es el corredor Norte del Bisaurin y por ahí como que no va la trave. Así que me como una barrita más dura que los pies de Perico, teniéndome que desatar el casco, ya que cada vez que masticaba me ahogaba con sus cinchas.
Hacemos cima en Puntal de Secus, yo ya con la firme decisión de no ir hasta Bisaurin, pero cuando bajamos al collado de nuevo, el grupo organizador me comenta si voy a ir con ellos. Mi decisión es firme, y aunque mi cuerpo quiere ir, esta vez y por primera vez creo en mi vida hago caso a mi cabeza, no tengo que demostrar nada a nadie, y menos a mi misma, he llegado incluso 15 minutos antes de cerrar el control. Esta vez no quiero sufrir, me niego en rotundo y cada vez mi rechazo es mayor a continuar. Prefiero bajar tranquilamente y disfrutar de la esquiada, sin tener que volver a ponerme focas, grampones, esquíes a la txepa.... Simplemente me da pereza. Me junto con Andoni (Presi del C. Erlaitz) y nos lanzamos directos camino de Gabardito. Charlamos agradablemente y esperamos a que llegue la peña tomando una cervecita al sol. Mientras, el Iña lo da todo en la subida al Bisaurin y como un campeón llega a la furgo con una sonrisa de oreja a oreja. Menudo finde de nieve, todo ha salido redondo.
2 comentarios:
Jo ademas de no parar de escribir, no paras de hacer actividades. Tendras que dejar de trabajar y dedicarte a todo lo que te gusta. El dia que lo hagas avisame, que me voy contigo para luego tener que contar.
Oso ona matxaka! pa la proxima ya sabes, los geles tambien van muy bien y no hay que masticarlos!
esti
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