Cañada de las Fuentes. Nacimiento del Guadalquivir
Estas últimas mini-vacaciones las hemos disfrutado haciendo
un par de recorridos por la Sierra de Cazorla y Segura, en Jaén. No nos
podíamos ir más lejos en tan poco tiempo (los cinco días de Semana Santa), pero el
viaje ha merecido la pena. También hemos hecho un poco de turismo visitando los
pueblos de Cazorla y Segura de la Sierra (lugar de nacimiento del poeta Jorge
Manrique), con su estupendo castillo bien restaurado, y las Lagunas de Ruidera
y Tablas de Daimiel en la provincia de Ciudad Real (paseo suave por los
humedales). Pero centrémonos en los dos recorridos montañeros que tanto nos han
gustado...
Recorrido del Río Borosa
Desde la Torre del
Vinagre hasta la Laguna de Valdeazores
Después de visitar la primera tarde, nada más llegar, la zona del nacimiento del Guadalquivir en el
paraje denominado la Cañada de Las Fuentes, al que se llega por sinuosa pista
desde cerca del pueblo de Quesada (unos 18 km de curvas entre bosques), nos
dirigimos, ya por carretera más “decente”, hacia la Torre del Vinagre. Junto a una piscifactoría comienza la
ruta que recorrimos a pie al día siguiente, después de dormir en un pequeño
parking situado junto al río Borosa, afluente del Guadalquivir. La ruta discurre paralela al río, hasta su
nacimiento en la zona denominada Laguna
de Valdeazores. Apenas tiene
desnivel (unos 500 m) aunque es larga
(25 km en total ida y vuelta por el mismo camino), y una maravilla para los
sentidos. El ruido del agua cristalina,
esas nubes blancas que dejan ver el sol de vez en cuando, el frío de la mañana,
los puentecillos que nos dejan pasar de un lado a otro del río, y esos bosques de
pinos y masas de boj…
Cerrada de Elías, donde se estrecha más el cañón
No madrugamos mucho y sin embargo fuimos muy pocos hasta la
laguna. Se pasa poco antes por una Central Hidroeléctrica (donde se quedaba la
mayoría de la gente), y comienza ahí la poca subida que tiene el recorrido, ya
por sendero más de montaña; Las cascadas en la zona denominada “Salto de los
Órganos” son espectaculares, por la cantidad de agua (¿quién dijo sequía?) y
los rincones donde están situadas. Atravesamos también unos túneles horadados
“a pico” en la roca con unos pequeños
canales en el centro (bajada de agua de la laguna). Nosotros no llevábamos linterna y los pasamos sin problema,
pero no vendría mal llevar una.
Preciosa cascada cerca de Salto de los Órganos
Llegada a la laguna, sitio excepcional, espejo donde se reflejan el bosque y las nubes, sonidos de pájaros , y… ¡ZORROS!. Dos zorrillos se nos acercaron cuando nos disponíamos a comer algo…nunca había visto un zorro tan cerca…se ve que están acostumbrados a la gente porque eran bastante descarados. El tiempo algo húmedo y fresco (se veía incluso trazas de nieve en los árboles de la zona alta), pero no cayó agua apenas. A la vuelta, nos encontramos con toda la “marabunta” de gente, otro “ruido” bien distinto.
En definitiva, bonita ruta para hacer con tranquilidad, sobre todo en primavera por ver ese río transparente y ese agua cayendo de las cascadas y fuentes.
Pequeños túneles dejando sitio al canal
Maravillosa Laguna de Valdeazores
Zorros en los alrededores de la laguna
Después de cambiarnos de ropa y asearnos, ya después de
comer, nos dirigimos al pueblo de Cazorla, situado al pie del Puerto del
Gilillo, entre los múltiples olivares que jalonan el paisaje de Jaén. Esta montaña ya tiene sus 1800 m de altitud,
que desde los 700 a los que está el pueblo ya da un desnivel a tener en cuenta.
Damos un paseo por el pueblo, visitamos el mercadillo medieval, hay bastante gente por
todos los sitios, una procesión se acaba suspendiendo por la lluvia (curioso
porque caían cuatro gotas y la gente huía despavorida…). Durante la noche baja
la temperatura y cae algo más de agua, que arriba ya es nieve…
Ascenso al Gilillo.
A cierta altura empiezan las pinceladas de nieve sobre los árboles
Por la Cañada del Gilillo, ya falta menos…
Salimos temprano (9 de la mañana) después de una noche en la
que la lluvia se deja sentir bastante, rodeamos el Castillo de la Yedra, bello
promontorio sobre Cazorla, y desde donde hay magníficas vistas hacia los pueblos cercanos y los
olivares, y por pista llegamos a las inmediaciones del monasterio de Montesión,
bastante destartalado, contemplando desde ahí la torre de otro castillo, el de
Las Cinco Esquinas. Se empiezan a ver los roquedos de la zona alta de la montaña,
con nieve cubriendo los árboles. Después de poco más de 2 h llegamos al cruce
donde a la bajada nos tenemos que desviar para completar la circular. Se
atraviesan bosques ya nevados y por la zona denominada La Cañada del Gilillo,
ya rodeados de rocas, llegamos a una
caseta que con el frío que hace nos viene de maravilla para reponer fuerzas y
afrontar los últimos 100 m que nos quedan hasta la cima. Estamos en el Puerto
del Gilillo. En poco más de media hora subimos y bajamos sorprendidos por la
niebla y el frío; La zona de pequeña cresta hasta la cima es un poco peligrosa
en esas condiciones.
Paisaje de postal invernal
Llegando a la cima
Bajada en circular,
vistas al Castillo de las Cinco Esquinas y Cazorla
En la bajada entramos en calor caminando rápido, hasta
llegar hasta bosque más agradable, con las vistas hacia los olivares y pueblos
blancos. Acabamos el recorrido después de 6 horas de haber salido. Después de
comer ya nos dirigimos hacia otra parte de la Sierra, al pueblo de Segura donde
ya dejamos la montaña para hacer turismo los dos días que quedan. Hay muchas posibilidades en este precioso
entorno del parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villa. En
otra ocasión será…
Pueblo de Cazorla, con su castillo de La Yedra
y olivares al fondo
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