Montañas de Bielsa: Punta Maristás o Pica de l'Orbar (2430 m) - Luisa Alonso-Cires

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Esta montaña tiene un amplio cresterío y dos nombres para la cota más alta. La gente de la Bal de Bielsa llama a la cumbre Punta Maristás, en cambio, en la Bal de Chistau, es conocida por la Pica de l'Orbar. Pertenece al municipio de Tella-Sin (Sobrarbe, Huesca) y está próxima a la Collata de la Cruz de la Guardia, un collado que separa ambos valles, o los une, nunca se sabe.

Los valles de Bielsa y Chistau están enclavados en una zona de dificil orografía, gracias a la cual han podido mantener en parte su identidad y costumbres. En 1919 se realizó el primer túnel para salvar el desfiladero de las Devotas y posibilitar la salida natural de la población de Bielsa hacia L'Ainsa. Hasta entonces, había que ascender a Tella y luego bajar a L'Ainsa. O tomar el camino de Francia, pasando por el Puerto Viejo de Bielsa.

El recorrido puede empezarse en el mismo pueblo de Bielsa (1053 m), cruzando el puente sobre el río Cinca y dejando atrás el camping. Seguiremos la dirección señalada por los indicadores de la GR 19.1 y las tradicionales marcas rojas y blancas que se dirigen a la Collata de la Cruz (2113 m), nuestro primer objetivo.

Pronto abandonamos la pista y, por una bifurcación que sale a la izquierda, subimos el sendero escalonado con maderas y hasta con barandilla en su inicio. Así nos introducimos en zona boscosa, para volver a salir, en unos minutos, de nuevo a la pista. Por ella, girando a la derecha, descendemos unos 25 metros y, ahora a la izquierda, cogemos el camino que supera el talud, para adentrarnos de nuevo en el pinar.

Seguimos el sendero que recorre el barranco de Montillo o Salastro, cruzando pequeños torrentes. Así llegamos al prado de Oriñás. El camino, evidente y señalizado, va atravesando zonas herbosas y bosques de pinos, saúcos rojos, avellanos y encinas, hasta cruzar el barranco de Pardinas. Cuando el pinar se aclara, se atraviesa un prado con una borda en ruinas. Desde aquí ya se puede ver el Collado de Cruz de Guardia (2113 m).

El camino se ensancha, de nuevo atraviesa pequeños torrentes que interrumpen su trazado y se empina en la pendiente de hierba que llega hasta el mismo collado de la Cruz de Guardia (2116 m). Al otro lado, la bal de Chistau y más cerca, en un recodo, el Refugio de la Bargasera. La vertiente chistavina está repleta de prados de altura o tasca y bordas.

Por la derecha del collado, abandonamos la GR y, dirigiéndonos al SE, se gana altura a media ladera, cruzando la zona de pinos por un sendero estrecho pero evidente. Cuando el camino desaparece entre piedras y arbolado, se improvisa la ruta por un terreno fácil, acercándonos al cresterío poco a poco.

A ratos cresteando y a ratos a media ladera, llegamos a la punta secundaria Solans (2425 m), señalizada con un mojón. Bielsa se recoge, a los pies del valle de Pineta y, girando sobre los talones, se puede disfrutar de la excepcional panorámica de los macizos de l'Almunia (La Munia), Punta Rubiñena (Robiñera), Punta Fuesa (Fuelsa) y Suelsa, Culfreda, Bachimala,..

Punta Solans

Todavía hemos de recorrer el cresterío durante unos minutos, avanzando por el filo o perdiendo ligeramente altura, sin mayores dificultades, para llegar finalmente a la cota más alta, la Pica de l'Ordar o Punta Maristas (2430 m). Y de nuevo, la panorámica de las cumbres que vimos en el Solans. Esta vez, además, nos fijamos en el macizo Cotiella y en la Sierra de Chía.

Punta Maristas o Pica l'Orbar

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