Felix Baltistán Fundazioa ya ha cumplido una década trabajando por mejorar la vida de las personas que viven en el valle de Hushé, en las montañas del Karakorum, situado en Pakistán (Baltistán). Los pasos realizados en colaboración con la comunidad del lugar empiezan a dar fruto y palabras como “cooperación” o “sostenibilidad” empiezan a cobrar sentido. Nunca perdemos de vista la montaña ni cómo crear los mecanismos para que las persones que visiten el lugar no se olviden de disfrutar de ella a través del “montañismo responsable”.
Durante estos años se han avanzado y consolidado las siguientes áreas en FBF (Felix Baltistan Fundazioa) y FIFBM (Felix Iñurrategi Foundation Baltistan Machulo), la ONG local:
Tras unos años de trayectoria en los proyectos de FBF, se cayó en la cuenta que un colectivo representativo de la comunidad del valle no estaba formando parte en el desarrollo que se estaba diseñando. Este colectivo estaba compuesto por mujeres y niñas de todas las edades. Por ello, FBF apostó por visibilizar la situación de las mujeres y poner en marcha tanto proyectos específicos para las mujeres, como acciones transversales en todos los poyectos. La evolución en este sentido ha sido transformadora tanto en las mentes de la comunidad del valle como dentro de la misma organización de FBF y FIFBM. Hace años, contar con la participación de las mujeres en todos los proyectos era un desafío; actualmente se ha convertido en una realidad y se empieza a asumir de manera natural.
Un ejemplo de ello es la escuela de Munawar, que se puso en marcha gracias al apoyo del equipo de educación de FBF y FIFBM, donde en el 2009 la tasa de mujeres matriculadas era muy escasa y hoy en día alcanza casi el 50% del total de las matriculaciones. El número de mujeres profesoras multiplica al número de profesores hombres, por lo que las mujeres se van profesionalizando y van ocupando puestos en los cuales hace años hubiera sido impensable que estuvieran. Además, podemos destacar que algunas mujeres empiezan también a beneficiarse de las becas de estudios superiores. Cuando la mayoría de las mujeres en edad adolescente en el valle pasan de ser niñas a ser madres sin darse cuenta. Por lo que el nivel educativo que se les oferece fomenta su capacidad de decisión por ellas mimas y empiezan a sentir el significado de la palabra “libertad”.
En otros proyectos como en la agricultura, la formación recibida en años anteriores les ha servido a las mujeres para poder formar su propia asociación de mermelada, la cual les genera unos ingresos tras la venta de sus productos. Estas y otro tipo de iniciativas relacionadas con la agricultura influye en la mejora de la nutrición de las familias y en la posibilidad de creación de ingresos por parte de las mujeres.
Tras el empeño de FBF de incluir a mujeres en todas las acciones y en los niveles de participación, a través del proyecto de fortalecimiento, se ha posibilitado la inclusión de una movilizadora social mujer que permite que sea más fácil para las mujeres de las comunidades interactuar y contar las necesidades y problématicas entre ellas mimas. Esto es debido a la línea divisoria que todavía existe entre las relaciones de hombres y mujeres, esta línea de separación sigue siendo física en muchos de los actos públicos, pero se empieza a difuminar a través de las demandas de las mujeres que cada vez empiezan a posicionarse más en la creación del futuro del valle. En los inicios de FBF era impensable que una mujer pudiera hablar en público delante de hombres, hoy en día esta situación se está convirtiendo en una tónica natural.
Las mujeres empiezan a ser participes también de proyectos como el de infraestructuras, ya que se les ha incluído en los comités para que ellas mismas puedan decidir sobre cómo quieren que se realice la reconstrucción de sus comunidades. Al fin y al cabo, ellas son las que tienen la mayor parte de las responsabilidades en los hogares y las labores domésticas, que menos que dejarles decidir sobre cómo las quieren gestionar. Cualquier liberación de carga en este sentido les puede facilitar la vida diaria y sobre todo, su estado de salud. De este modo, FBF sigue también trabajando sobre el eje del derecho a una vida saludable. Todavía en el siglo XXI, hay zonas en el mundo como las del valle, donde las mujeres están muriendo por no poder tener una mínima atención médica tanto a la hora del embarazo como a la hora del parto.
Además de la integración de la perspectiva de género en todos los proyectos, tenemos un proyecto específico dirigido a mujeres que fomenta sus capacidades y su crecimiento personal. Este proyecto del Centro de Formación de Mujeres se puso en marcha en el 2007, en Machulo, y actualmente esta iniciativa se ha expandido y se ha creado una red de centros que permite a todas las mujeres del valle poder salir de sus casas y reunirse entre ellas, formarse en los diferentes cursos que se ofertan, lo que les permite crecer personalmente y profesionalmente. Además de que les provoca una generación de ingresos, mediante la cual serán visibilizadas en la comunidad.
Mediante este proyecto y las acciones que se realizan para mejorar la vida de las mujeres del valle influirá en la mejora de la vida de la comunidad en general. Los esfuerzos que se realizan en el Norte al final son reflejo en el Sur, de momento las mujeres del valle necesitan se acompañadas en este proceso para que sean validadas y puedan ejercer sus derechos como personas. En estos años, estas mujeres han podido salir de su vida dedicada totalmente al hogar y a la agricultura, para poder formarse y empezar a entender que otro estilo de vida es más saludable para ellas y sus hijas. Sólo esperamos que en este largo y continuo proceso un día de estos ellas puedan elegir sobre su futuro, puedan ser participes del turismo, de la montaña, ya sea como guías o como porters. Hoy en día, esta situación de que una mujer pueda ser guía o porter es casi inimaginable, pero ya una mujer del valle de al lado (Samina Baig) ha empezado a subir seis miles y empieza a ser un modelo para otras mujeres de Pakistán. FBF tiene prevista hacer una actividad de montaña con las mujeres en el futuro, en las montañas del Karakorum que no sólo les pertenece a todas las personas montañeras que las visitamos o a los hombres de la comunidad del valle. Sino que esperamos que en un futuro próximo, las mujeres del valle puedan disfrutar también de las montañas que les pertenecen. Para que esto se haga realidad necesitamos apoyo desde Euskal Herrria, para que las personas de la comunidad del valle empiecen a comprender que su tierra les pertenece y puedan disfrutar de un futuro más justo.
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario