Urreako Haitza (Aralar) - María Jesús Garmendia

Juan Mari ANSA, el prolífico autor de numerosos artículos y libros de montaña acaba de publicar un precioso libro "Las Malloas de Aralar". Para hacer honor al volumen, que es una maravilla, el sábado 15 completamos una de sus rutas, para nosotros desconocida, quizás porque es una sencilla excursión, pero no exenta de atractivos. La montaña tiene esas virtudes, que propone una gran abanico de escapadas en diferentes escenarios, desde los litorales hasta las altas montañas, desde el senderismo hasta la actividad de dificultad, tal como se expresa el blog de "mujeres de Pyrenaica"

Esta ruta se encuentra en el extremo E de las Malloas de Aralar, y recorre un pequeño macizo, menor, que se desprende del ultimo gran baluarte de la muralla, el Balerdi. Son tres montes rocosos, que ofrecen unas vistas incomparables tanto hacia el valle como hacia la gran muralla y que se visitan en un recorrido en circulo desde Bedaio, en Tolosaldea,y balizado por la PR GI- 121 salvo en la trepada hasta las cimas. Es un itinerario de 8,30 km, 532 m de desnivel que se completa con paradas en 3 horas y se desarrolla en un terreno magníficamente bien cuidado, natural, por caminos y sendas. Se trata de una salida de descubrimiento, apropiada para esta época del año, y también para ir con familia y me atrevo a recomendarla a esos padres que inician a sus hijos en el montañismo. Aquí tienen una propuesta a tener en cuenta y difícil de rechazar.

El tiempo aunque anticiclónico no acompañó en exceso, había nubes en altura, pero volveremos en otra ocasión, alargando la travesía con el cercano Otsabio. Es una escapada con diferentes alicientes histórico-culturales, además de los deportivos. Sabremos de una leyenda, según la cual "En la base de la mole cimera existe enterrado un pellejo de toro repleto de monedas de oro. De ahí procede el nombre de la montaña. Quien desee recuperarlo deberá ascender de madrugada a ella y esperar el alba. Allá donde ilumine el primer rayo de luz una oveja se encargará de indicar con su pezuña el lugar exacto en el que se encuentra".

Tras pisar las cumbres fuimos en busca del afamado paso de Zárate que "fue en otros tiempos lugar de tránsito tanto de personas como de productos de primera necesidad, razón por la que las autoridades guipuzcoanas decidieron levantar una casa de arbitrios que controlara su transporte. Aún es posible localizar las pocas piedras que aun se mantienen en pie recordando aquel doble edificio".

Y la última cita, ya cerca de Bedaio, cerrando el circulo nos topamos con el caserío Gurbil Haundi, considerado como el más grande de Gipuzkoa. Cuenta en su interior con un patio abierto cuyos lados alcanzan los 9 mts de longitud, curioso espacio donde llegaron a celebrarse divertidas romerías. Actualmente tiene seis viviendas y antaño fue cárcel y acuartelamiento. Y, sin olvidarnos, recomendamos almorzar en el recientemente abierto Jatetxe de Bedaio "Abaetxe", brillante colofon al entretenimiento montañero.

 Urreako Haitza (784 m)