El Parque Natural de las Sierras Subbéticas alberga algunos de los principales tesoros del carst andaluz: el Cañón del río Bailón, el Lapiaz de los Lanchares, el Poljé de la Nava o la Cueva de los Murciélagos. Se pueden recorrer estas zonas singulares por senderos señalizados. La visita a la cueva es restringida y requiere reserva.
Cañón del río Bailón
El río Bailón nace en el poljé de la Nava y después, para salvar 400 metros de desnivel, excava cuatro kilómetros de garganta en las cercanías de Zuheros, dejando a la vista curiosas cavidades, como la Cueva del Fraile. Cuando el río no va muy cargado de agua, que es lo habitual, se puede recorrer un sendero circular señalizado de 4.7 km, que sale de Zuheros y atraviesa la corriente de agua un par de veces. Si el caudal es elevado, es posible bajar hasta la garganta por el acceso del sendero en la carretera de Zuheros a la Cueva de los Murciélagos, a un kilómetro de su inicio, junto a una antigua torreta eléctrica, para recorrerla durante un par de kilómetros.
Lapiaz de los Lanchares
Se encuentra a ambos lados de la carretera CO-6212 que sube hasta el Picacho de la Ermita de Cabra, a la que se llega por la carretera A-339 entre Priego de Córdoba y Cabra, y en cuya ladera se encuentra la Sima de Cabra, de 116 metros de profundidad. Son ocho kilómetros cuadrados de caliza oolítica (oolitos: nódulos) muy apreciada en la construcción, razón por la que en el pasado se explotaron varias canteras, actualmente en proceso de restauración.
Poljé de la Nava
Antes de llegar a la Ermita de Cabra, al final del lapiaz de los Lanchares, se encuentra otra de las joyas de las Sierras Subbéticas: el poljé de la Nava, una extensa llanura de más de cuatro kilómetros cuadrados, formada por la disolución y desmantelamiento de la caliza. El sendero señalizado de la Nava, de 3.7 km, comienza en el km 5 de la carretera CO-6212 y atraviesa el lugar. En época de lluvias, el agua se encharca en sus suelos arcillosos para drenar hacia el norte formando el río Bailón. En el pasado aquí hubo un bosque de quejigos, arces y chopos. Hoy en día, el desarrollo de la agricultura y ganadería ha cambiado su fisonomía.
Cueva de los Murciélagos
Está en el municipio de Zuheros y debe su nombre a los pequeños mamíferos que habitan en su interior. Se originó por una falla que dio lugar a una gran grieta en la roca caliza, obstruida por grandes bloques de piedra. Se puede disfrutar de sus estalactitas, estalagmitas y columnas descendiendo un desnivel de 63 metros, gracias a los 700 escalones instalados. Ha sido habitada desde el Paleolítico, pasando por el Neolítico, Edad de Cobre, Edad de Bronce y Época Romana, como se ha deducido por el hallazgo de enterramientos, huesos, útiles de piedra y cerámica, y pinturas y grabados de animales.
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