Seguimos en tierras Georgianas y esta vez nos toca visitar el valle de Truso.
El valle de Truso, junto a la frontera con Osetia, donde nace el río Tergi, sorprende por su amplitud y soledad. Es un valle aislado con algunos pequeños asentamientos y nómadas azerbayanos que durante la época estival se dedican al pastoreo.
Partiendo de la localidad de Kobi,
recorremos en 4x4 el cañón de Kasara donde podemos observar unas
columnas basálticas. Dejaremos el vehículo junto un surgencia de
agua carbonatada. Debido a la ocupación militar rusa en Osetia, sólo
podremos llegar hasta un pequeño monasterio que se sitúa junto a
una antigua torre de vigilancia.
Recorremos el valle absortos en su
amplitud y belleza hasta llegar a dicho monasterio en el que conviven
durante todo el año aproximadamente ocho mujeres totalmente aisladas
de todo.
Las mujeres integrantes del grupo posamos junto a una de las monjas del monasterio.
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