De Iruña al Delta del Ebro en bicicleta - Izaskun Telletxea Eguzkiza

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Iruña-Deltebre

Es la primera vez que me animo a escribir en el blog. Espero no ser ni demasiado densa, ni demasiado fugaz, ni demasiado aburrida. Os quiero contar mi pequeño viaje a Catalunya, desde Iruña al Delta del Ebro por caminos, carreteras comarcales y mucha pista. Pistas pisadas, pistas con mucha piedra, pistas estrechas, pistas que no se ven,… Todo esto en bicicleta. En mi Croix de Fer, en esta bici que durante el frío invierno hemos montado poco a poco, pieza a pieza, cual Gepetto creando a Pinocho…

Primera parada en Orreaga

Lunes 17 de agosto. Estación de tren de Iruña. Nos disponemos en ruta dirección Donibane Garazi; Sí, en dirección contraria al camino de Santiago…lo sabemos, nos lo han dicho…Una y otra vez…-“Buen Camino!”- es la frase más conocida de este valle de Erro. Y empezamos a sentir el peso de las alforjas. Habrá que ir acostumbrándose…

A partir de Donibane Garazi, el objetivo es acercarnos a Bagneres de Luchon pasando por ciudades como Orthez, Pau y Tarbes. Para esto intentamos utilizar carreteras pequeñas o vías verdes. La verdad es que en esta zona no hay problemas para encontrar zonas tranquilas para olvidarse del tráfico. Rodamos fácil y sin desniveles, con la única dificultad de no olvidar que estamos en Francia (y el comercio cierra muy, muy pronto!) y que hay escasez de fuentes (¿Porqué hay tan pocas fuentes en zonas de tanta agua?). Disfrutamos de los campings municipales sencillos, baratos y con mucho césped de la zona francesa y así, vamos completando la primera parte del viaje tras comer mucho croissant y decir mucho “excusez moi”.

Carreteras tranquilas, zonas tranquilas

Si me preguntárais: “¿Qué es lo que más te entusiasmó de la zona francesa?”, os respondería: Me sorprendió Pau, me gustó conocer la vía verde de Salies de Béarn-Escos y su puente Eiffel de Castagnède, me encantó sorprenderme repentinamente con la catedral de Saint-Bertrand de Comminges y me hechizó la tranquilidad de tantos pequeños pueblos.

Puente de Eiffel en Castagnede

Y los kilómetros sumaban. Ya estábamos prácticamente en Catalunya.

Buscando la sombra de camino a Luchon

De Bagneres de Luchon y tras subir el Portillon llegamos a Vielha. Decidimos quedarnos a descansar un día. No todo va a ser pedalear. Miramos el mapa, vemos la Vuelta, echamos la siesta, vamos a un museo sobre el Túnel de Vielha. Nos cuentan las penurias de los trabajadores de la época, de los duros inviernos. Todo resulta interesante cuando dedicamos el suficiente tiempo para escuchar.

 Día de descanso. Vielha.

La segunda parte del viaje comienza ascendiendo desde Salardú hacia Baguergue, para acceder al Plá de Beret y llegar al Santuari del Montgarri (y tomarse una cervecita…). Seguimos camino a Alos d´Isil-Esterri d´Aneu y finalmente vamos a Espot. Se nota que estamos en Pirineos... Echo mano del plumi en cuanto llegamos al camping…

Espot amanece con mucho rocío y un sol todavía tenue. Desayunamos para tomar fuerzas. Nos espera un día grande y todavía no lo sabemos. Ni siquiera imaginamos lo que nuestros ojos en este preciso día van a poder maravillar, nuestro cuerpo sentir. Se convertirá en EL DÍA con mayúsculas.

Subida desde Espot. Primeros rayos de sol

Comenzamos subiendo a la estación de esquí de Espot y desde allí ascenderemos al collado Cap de la Socarrada. Ahí es cuando la magnificencia de los Pirineos se abrió ante nosotros. Qué vistas! IMPRESIONANTE!

Bonita parada para sacar un par de fotos

Collado de Cap de la Socarrada. WAW! Qué vistas!

Desde el collado y durante 20-25km vamos rodando y maravillándonos del paisaje, de la compañía de vacas y caballos, del silencio, de las montañas que nos rodean, de los rayos no demasiado fuertes del sol,… Vamos pedaleando despacio, sintiendo, gozando.

Atravesando este pequeño paraíso 

Paisaje pirenaico

Los lunes al sol 

Catalunya Benvinguts! 

Antigua estación de esquí de Llesui

Al fin, comenzamos a bajar. Nos dejamos las manos frenando continuamente y llegamos a Llesui (Vall d´Àssua). Un kafesne y hacia Sort….  En éstas, vamos a ir dejando atrás el Pirineo y nos adentraremos en el Prepirineo. Siguiente objetivo: Sierra de Montsec.

Castell de Mur de Collmorter

Desde Sort cruzamos La Pobla del Segur, rodeamos el embalse de Sant Antoni, subimos al Castell de Mur de Collmorter (más tirando de la bici que encima de la bici!) y llegamos a Àger, pueblo que se encuentra justo delante de la sierra. Nos encontramos el camping abarrotado de parapentistas y nos damos cuenta que estamos ante “una zona de vuelo excepcional para la práctica del vuelo libre” según los expertos. También es aquí donde por vez primera vamos a darnos el gusto de homenajearnos con gastronomía catalana: Torrada amb escalibada, trinxat de verdures, llonganissa amb sanfaina y crema catalana. Exquisito!

Otro pueblo más… Al fondo: la Sierra de Montsec

Desde aquí y por pistas no demasiado ciclables (otra vez a tirar de bici!) llegamos poco a poco a la Plana de Lleida. Manzanos, melocotoneros, canales y mucho calor…Tanto calor…Mi cuentakilómetros llegó a marcar 46ºC!

Una señal muy animada  

Cualquier cosa vale para apaciguar el calor!

Así, y acompañados de dicho calor, nos acercamos a la sierra que quizás más me haya sorprendido: La Sierra de Montsant en el Priorat. Zona de olivares, viñedos y paisajes espectaculares. Lugares como La Cartuja de Escaladei y pueblos como Abarca –que sin tener nada, lo tienen todo- . Vino, aceite y bonitos txokos. ¿Qué más se puede pedir? 

Sierra de Montsant. Al fondo: Ulldemolins

 La Cartuja de Escaladei

…Seguimos rodando…cruzamos la Sierra y llegamos al Ebro. El final se siente cerca…

 Se vislumbra el final. El río Ebro

Vamos a seguir el Ebro por el camino natural del Ebro y la vía verde del Baix Ebre. Nada menos que 19 túneles desde Pinell de Brai a Tortosa. Buena pista, sin desniveles y vislumbrando el final. Esto es pan comido!

Atravesando los túneles de la vía verde del Baix Ebre

De los frutales pasamos a los arrozales. Zonas de inundación, canales y petardos para asustar a las aves que quieren devorar las plantaciones. 

Futuro arroz para una buena paella

A su vez, mi cansancio va emergiendo cuanto más me acerco al mar; me duele el hombro izquierdo, mi culo se niega a acomodarse al sillín y mis piernas parecen no hacerme caso. Me cuesta horrores descontar los últimos kilómetros…10, 9, 8,… igual que si estuviera corriendo la Behobia y me quedara el último kilometro…siempre esa sensación “-Menos mal que se termina enseguida...yo ya no puedo más!-“…Pero del Kursaal siempre se llega al Bulevar…y una vez en el Bule…empiezas a vislumbrar la meta…

Últimos kilómetros. Ultimas pedaladas…. Y LLEGAMOS!!! Delta del Ebro!!!!

Deltebre

No somos, sin embargo, los únicos que festejamos la llegada a Deltebre…un centenar de mosquitos nos dan la bienvenida y no nos abandonarán hasta la partida 2 días después. .. Ni siquiera durante el día…PACIENCIA!

Playas del Delta del Ebro

Resumiendo, en total, aproximadamente 1000km-s durante 2 semanas. Pistas, carreteras, sendas y caminos imposibles. Sed, calor, cansancio y rabia…pero sobre todo…, entusiasmo, emoción, orgullo y satisfacción. Para repetir.

Para festejarlo una paella, vino del Montsant y una ensalada aliñada con aceite de la tierra…. Bon profit!!