Portatrici carniche
En el centro de Timau, una pequeña localidad de la
Carnia italiana, hay un altorrelieve en el que aparecen cuatro mujeres con
pañuelos anudados a la nuca y grandes cuévanos a sus espaldas: una de ellas
está caída en el suelo con gesto de dolor, las otras intentan ayudarla. Es el
monumento erigido a Maria Plozner Mentil, símbolo de las porteadoras cárnicas,
muerta en la Creta de Timau por los disparos de un francotirador, durante la
primera guerra mundial (1914-1918).
En esta contienda, el frente italiano se estableció
en los Alpes cárnicos, donde miles de soldados construyeron bunkers,
trincheras, senderos y ferratas para dominar los puntos estratégicos de la frontera. Cientos de mujeres de los pueblos cercanos fueron
reclutadas con una misión: abastecer a los soldados. No solo de comida y ropa,
también de munición y cualquier elemento necesario en la línea de fuego. Eran mujeres
jóvenes que tenían a sus padres, maridos o hermanos en los cresteríos. En
grupos pequeños, por la noche, se deslizaban por los senderos que conducían a
las cumbres con su carga. Era una tarea muy arriesgada: algunas fueron
descubiertas por el bando contrario y fusiladas.
Terminada la guerra, que ganó el bando aliado al que
pertenecía Italia y en la que murieron miles de personas, los soldados
recibieron homenajes, fueron condecorados por su valor y los nombres de los
caídos se grabaron en placas que aún se mantienen en sus pueblos. Ellas, las porteadoras, volvieron en silencio a sus casas, a enfrentarse a la durísima posguerra y sacar adelante a sus
familias.
En los años setenta, a ambos lados de la frontera
austro-italiana, comenzó un periodo de revisión de los acontecimientos de
aquellos días. Se recuperaron objetos de las montañas, se abrieron museos, se
restauraron senderos. Y alguien descubrió la historia de las portatrici. Aún vivían algunas de
ellas, que no habían olvidado su experiencia excepcional. Como resultado de esta
revisión del pasado, decenas de ancianas octogenarias vestidas de oscuro, con el
pañuelo anudado a la nuca y su brazacelete rojo con el número del regimiento al
que aprovisionaban, fueron condecoradas por su coraje y su papel decisivo en un
periodo trascendental de la historia italiana. En 1997, el presidente de la República concedió
la medalla al valor militar, a título póstumo, a María Plozner Mentil, símbolo
de todas ellas; él mismo se la entregó a su hija, una anciana que apenas había
conocido a su madre y que la recogió luciendo el pañuelo de las porteadoras.
Pramosio
Inicio: Refugio - Agroturismo de Pramosio (1521 m)
Tiempo en marcha: 3.30 h
Desnivel positivo: 820 m
En Cleulis (Timau, Italia) se coge la dirección a la Foresta
de Pramosio. Se recorren 7 km de pista en buenas condiciones antes de aparcar
en el conjunto del moderno agroturismo (casa, establo, refugio, restaurante y tienda),
a 1500 m. La ruta 402 sigue la pista en dirección NW, marcando amplias curvas,
con algunos atajos por el prado. En un resalte rocoso, protegida por una balaustrada de
troncos, se encuentra una placa que señala el lugar en el que cayó María
Plozner Mentil.
Pasamos por el refugio Morgante (1619 m), con modernos establos. A 1790 m nos cruzamos con la ruta 403, que lleva al Passo Pramosio.
La evitamos y, continuando por la pista señalizada con marcas rojas y blancas, llegamos a
una borda con establos (1820 m). Alcanzamos el lago de Pramosio (1936 m), en cuyas cercanías se encuentra el refugio alto de Pramosio (2020 m). Por el norte está protegido por las paredes de la Cima Avostanis o
Blaustein, una muralla vertical en la que escala una cuadrilla de gente animada.
Murallas del Avostanis/Blaustein
Por el sendero que rodea el lago por la izquierda,
ascendemos (SW) en lazadas, por hierba, hasta llegar a un collado (2035 m). Hay
un bunker tallado en el contrafuerte rocoso. Hacia el norte se ven las cumbres
de la cadena cárnica. Ladeamos hacia el sur y progresamos por la cómoda pendiente
herbosa, hasta llegar al resalte calizo anterior a la cima. El sendero se vuelve
aéreo en un tramo equipado con balizas y se llega al espolón final. Se puede
trepar por la derecha o progresar con ayuda de cable por la izquierda. En la
cima de la Creta de Timau (2127 m, 1.45 h) hay una cruz, campana y buzón con
libro de firmas. Cercanos el Polinik, Rauchkofel, Hohe Warte, etc.
Creta de Timau (2217 m)
Desde la Creta de Timau, el macizo del Coglians,
techo de los Alpes Cárnicos
Volvemos al collado con el cobijo militar y esta vez ladeamos
hacia el norte, por un sendero estrecho y aéreo, que contornea a la roca, agujereada con nuevos cobijos de la guerra. Pasamos a la
vertiente este y descendemos hasta alcanzar algunos refugios militares y restos de trinchera,
bajo la pendiente herbosa del Avostanis.
Avostanis desde la Creta de Timau
Desde el ventanuco del bunker
Pasamos por el cruce con la ruta 402 (2100 m) y continuamos por la trocha marcada hasta la cumbre del Avostanis o Blaustein (2193 m), que marca la frontera entre Austria e Italia. Hay más restos de una trinchera a lo largo de la loma, sepultados bajo hierbas y flores.
La Creta de Timau, en la subida al Avostanis
Avostanis/Blaustein (2193 m)
Por el este, descendemos la pendiente herbosa del Avostanis, hasta alcanzar el lago. De allí volvemos al punto de inicio, el refugio de Pramosio. El día soleado anima el ambiente y varias familias austriacas e italianas comparten el menú del refugio: polenta con frico (torta de queso y patata). Probablemente, solo las montañas guardan la memoria de un enfrentamiento producido hace cien años.
1 comentario:
Que interesante tu reportage!
El monte es también historia, cultura....
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