Bella montaña compartida un día de verano
Me evado y me encuentro sobre la nieve de la Dôme,
ascendiendo todavía de noche por su pendiente,
veo el sol del amancecer..
Solo dos cordadas, doce personas,
estamos en este momento sobre esta inmensa y blanca montaña..
Nieve, roca, sol y compañeros unidos sintiendo lo mismo,
la belleza y el esfuerzo de conseguir fundirnos con la montaña
tanto en el camino como en la cumbre..
Los compañeros ascienden en orden,
pequeñas sombras unidas por una cuerda...
...y nosotros también subimos a ritmo acompasado,
ganando metros hacia la ansiada cima.
Acercándonos a la base de la Barre des Ecrins.
Llegando ya a la cima de la Dôme.
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