Originales y divertidas, un paraíso para los amantes de las ferratas. Nos desplazamos a Ronda para conocer algunas de las 15 ferratas que proponen en esta Serranía de Málaga. Me ha dejado muy buenas sensaciones, además de un entorno diferente al nuestro: los encantadores pueblos blancos. Os explico las que hemos hecho.
La aproximación por un sendero empedrado en zigzag nos acerca a la puerta del castillo de Gaucín donde iniciamos la vía. A la vuelta volveremos por el mismo camino. La más técnica y exigente, recorrido horizontal, combina 1 puente mono muy aéreo que se mueve, 2 tibetanos y una tirolina rodeado de agujas pétreas que hacen un entorno caprichoso y apetecible.
Es una ferrata curiosamente en bajada y ya desde el principio la notamos más deportiva: Era nuestro objetivo estrella, así que teníamos muchas expectativas.
El momento de la tirolina era uno de los más esperados: rodeados de agujas y un excepcional paisaje.
Los puentes son una delicia, está muy bien equipada.
BENALAURIA: K2
Desde el Puerto de Benalauria siguiendo un sendero nos lleva por debajo de las paredes al inicio de la via. Zona muy concurrida por los escaladores. Vistas de altura, la bonita entrada misteriosa al cañón y dos puentes mono dentro del mismo cañón la hacen increíble.
Esto promete…! Una ferrata muy creativa.
ATAJATE: K 2
Atravesando el pueblo nos encontramos con esta ferrata variada y divertida, un puente mono, otro largo tibetano y un extraplomo interesante al inicio.
Ha sido un año lluvioso en la serranía y está sorprendentemente verde. Nos recuerda a nuestros paisajes del norte.
TAJO DE RONDA II. La escalerilla de la muerte. K1
Por un senderito atravesando la Puerta del Viento y la puerta de época islámica (Arco del Cristo o puerta de los Molinos), curiosa y exótica con el Puente Nuevo como protagonista y espectacular paraje del barranco del tajo que discurre el río Guadalevin. Se entremezclan grapas y escalones utilizados por los obreros de la compañía eléctrica en los años 20 para sujetar los tajos con muros de mampostería de contención con los que proteger los molinos y acequias de agua de la zona de derrumbamientos.
Ya sólo bajar al tajo es una aventura, rodeados de historia y murallas por todos los sitios. Es una ferrata fácil y pintoresca
En definitiva, una experiencia preciosa por estas tierras malagueñas. La aventura ha sido un éxito. Para completar los días hemos visitado el Caminito del Rey, en el desfiladero de los Gaitanes, otro espectáculo de la naturaleza y la ingeniería humana.
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