Alto de Retorín e iglesia de Santa Cecilia (Tarrueza). |
Quien haya transitado por la
autovía de Castro a Laredo y no se haya fijado en esa montaña de rotunda forma
cónica que levante la mano.
Siempre que iba hacia
Cantabria me atrapaba su silueta. Había que subirla, me decía. Así que, una vez
tomada la decisión, la primera mañana que se me puso a tiro me metí en el coche
y me acerqué a saludarla.
Fue tan fácil como llegar
hasta Seña, la siempre anunciada y nunca hasta entonces pasada visita. Para más "señas", decir que es una localidad perteneciente al municipio de Limpias, muy
cercana a Laredo, y que si el punto de partida es Bilbao, puedes llegar hasta
allí por Liendo o por la salida convenientemente anunciada que te decía. Son
pocas casas y yo lo encontré silencioso. El único ruido venía de un chaval que
jugaba al fútbol con su perra, y eso fue ya a la vuelta de mi pequeño
recorrido.
Alto de Retorín desde el túnel que pasa por debajo de la A 8. |
La montaña desde Tarrueza. |
La montaña se mostró benévola
con su nueva admiradora. La densa vegetación de la que presume a primera vista
no era tan cerrada como yo creía. Supe después, trasteando en casa, que esta
llamativa cota ahora ocupada por el encinar, otrora lo fue por un castro. Y que
los artífices de las excavaciones que hicieron salir a la superficie restos de
aquella construcción más cercana a la Edad de Bronce que a la del Hierro
fueron, ni más ni menos, que los topos. Ahí queda eso. Y como la incursión me
llevó menos tiempo y esfuerzo del esperado, decidí prolongarla hasta La Tejera,
pequeña tachuela que cuelga hacia Colindres. Alcanzar su achatada cima desde
Seña no lleva más de un suspiro, por lo que decidí rodar cuesta abajo atraída
por las marismas de Santoña. Me encontré así un inesperado Potongo que, para el
que no lo sepa, es un circuito de ciclocross en las faldas de Artxanda y conocí
a uno de sus mentores que en ese momento se encontraba acicalándolo con Gala,
compañera de raza pitbull. Me dijo que en días festivos aquello estaba muy
animado y que recomendaba usar la ancha pista para llegar a la cima y no
transitar, como era mi caso, por los recovecos del circuito construido a golpe
de azada y pala, a base de palets y listones de madera.
Trampolines artesanos. |
Dando forma a un sueño. "Gala" atenta a las explicaciones sobre el diseño del circuito. |
Y así, a lo tonto a lo
tonto, llegué a Colindres. Me planté en el Camino de Santiago de la costa, que
coincide en ese punto con la Ruta de Carlos I. Admiré la Casa de Valle, casona
del siglo XVI de estupenda fachada de sillería, reconvertida a fecha actual en posada.
Allí nació D. Pedro del Hoyo, secretario del rey Felipe II. También residió Dª Bárbara de Blomberg, madre de D. Juan de
Austria, hijo ilegítimo del emperador Carlos I.
Y como, según dicen, después de tocar fondo lo importante
es volver a levantarse, una vez a nivel del mar no me quedó otro remedio que
tirar para arriba en busca del coche. Alguien me dijo un día que yo era el
espíritu de la contradicción y parece que no iba muy equivocada.
El Puntal de Laredo y las marismas de Santoña. |
Montehano y Colindres. |
Casa de Valle. |
Y para terminar, un haiku* inspirado en esta montañita.
Días cortos. Sol.
Hipnótica montaña
cerca de casa.
*El haiku es un género poético de origen japonés. Los
haikus se escriben, según la tradición, en tres versos sin rima, de 5, 7
y 5 sílabas, respectivamente. Suelen hacer
referencia a escenas de la naturaleza o de la vida cotidiana, y a menudo incluyen
un kigo (palabra o
expresión que indica la época del año al que se refiere el poema).
Alto de Retorín desde la iglesia de Santa Cecilia (Tarrueza). |
La montaña desde Seña- |
2 comentarios:
El cielo cae. Grises no binarios. No blancos
no negros. Repeticiones siempre
hacia lo de más arriba. Ilusión alta.
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Si te refieres a la magnífica montañista cónica poblada de Encinar Cantábrico que acompaña a la depresión kárstica de Liendo, soy uno de los que prometió ir un día y no ha cumplido aún. Pero viajo siempre en autobús ecólogo, es más dificil llegar hasta donde las formas llaman.
Pensamiento filosófico corto del día : Cinco es más que tres. Pero no mucho más.
El horns de Liendo, esa montaña cónica o piramidal que te llama tanto la atención, es el monte Cogorio. En caso de que decidas pasarte por allí, no dejes de visitar el precioso Arboretum creado junto a la ermita de San Roque, reconvertida en Centro de Interpretación del Bosque.
¡Que lo disfrutes!
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