Anboto, informando del evento
San Bernardo me debía una y, como buen santo, me ha devuelto la deuda en menos que canta un gallo. Lo quisieron enviar al baúl de los recuerdos y desapareció por un tiempo del lugar que ocupaba en el refugio Ángel Sopeña, de Arraba, en Gorbeia. Intercedí por él, apoyando la moción de mi apreciado Jesús de la Fuente, e incluso fui a pasarle visita en su lugar de descanso.
San Bernardo
¿Qué cómo saldo su cuenta quien confundimos normalmente con un animal de la raza canina que lleva su bendito nombre?
El día 30 de mayo de 1915, es decir, hoy hace 100 años, fue colocado el primer buzón montañero de que se tiene constancia en una montaña vasca. La cumbre elegida fue la del mítico Anboto. Una efemérides digna de celebrarse en alegre biribilketa que podía haber servido para acercar posturas y sembrar buenas intenciones pero que, como ocurre desgraciadamente más a menudo de lo deseado, hubo quien puso todo su empeño en boicotearla. Gente “bien pensante”, si se me permite la ironía, que ha conseguido deslucir algo tan entrañable, utilizando la callada por respuesta y que, por supuesto, ahora ya está hablando más de lo debido, intentando dar una versión tendenciosa de los hechos. Quisieron aguarnos la fiesta y buscar tres pies al gato. Pero se van a fastidiar porque, con ayuda del santo, esta fiesta pagana salió incluso mejor de lo esperábamos.
La cita era en Urkiola, a las 18:30 de la tarde. Un jueves y a esa hora… pues tampoco es que haya mucho privilegiado que se pueda sumar a la aventura; eso hay que reconocerlo. Empezamos juntos la andadura cuatro indestructibles y el Rubio. Más tarde, ya cerca de la cima, nos encontramos con el par que nos faltaba para completar la media docena.
Ya somos media docena
La idea era maquillar el viejo hacha que hay en la cúspide de nuestra querida montaña, dejar un escrito con la historia de aquel primer buzón del que se tiene constancia, y, de paso, ver la puesta de sol. Todo muy romántico. Pero, ninguno hubiese apostado ni medio euro a que nuestros planes fuesen a terminar de forma exitosa. Bueno, plenilunio estaba muy optimista… pero era el único. La niebla nos acompaña y faldeamos Urkiolamendi porque unos isquiotibiales doloridos bien valen un rodeo. Sería un puntazo que el parque tuviese a bien poner un servicio de alquiler o préstamo de bicicletas para pedalear la aburrida pista. Tal vez en otro momento pasemos por el Centro de Interpretación Toki-Alai y dejemos la sugerencia a ver si nos copian la idea.
Pero hoy nos toca patear y nada de bicicletas. Avanzamos a ritmo de charleta y, casi sin darnos cuenta, llegamos a la parte rocosa del itinerario. Hay quien baja corriendo, supongo que por miedo a que le pille la noche y no por gusto, porque bajar Anboto corriendo es, se diga lo que se diga, jugártela. Y hay quien nos advierte de la peligrosidad de estar a esas horas en el sentido de marcha equivocado. Les agradecemos el aviso y les aseguramos que llevamos luces, que vamos bien preparados. Llegamos a cumbre y el trabajo comienza. En este país ya se sabe, son más los que miran que los que arriman el hombro. La niebla persiste y a los que estamos de mirandolina nos hace sacar la ropa de abrigo.
Pinta que te pinta..
Hay que abrigarse
El viejo buzón esconde un tesoro. Unas fotografías de Argi y de los dos amigos que más le querían en vida, son recuperadas de lo más recóndito de su metálico corazoncito. Las tengo a buen recaudo y, aunque un tanto ajadas, si estos amigos de Argi quieren recuperarlas, se las devolveré de mil amores.
Mientras los indios siguen con su trabajo, los jefes ponemos a enfriar el champagne que hemos subido metidito en un estuche amarillo que delata su familia de origen, de lo más pijo. Como un día alguien me dijo, “el dinero y los cojones, para las ocasiones”. Y, a pesar del precio en mercado de este líquido burbujeante, esto ha sido más asunto de actitud que de dinero. Pero las cosas de hacerlas, se hacen bien o no se hacen. Hay que celebrarlo y el dios Baco se suma a nuestro festejo.
De buena cuna
La niebla nos envuelve e incluso llego a pensar si Mari no estará por algún lado observándonos. No obstante, tímidamente y de vez en cuando, algún rayo solar logra rasgar el fantasmal ambiente. El trabajo se da por terminado cuando se ata al pie del remozado buzón el escrito informativo. Y es entonces cuando interviene San Bernardo. Fraternizando sin remilgos con Baco, el buen santo materializa el milagro. El cielo se abre y nos regala un mar de nubes espectacular. Y el sol no se quiere perder el espectáculo y luce sobre el mar de nubes, proyectando la silueta majestuosa de un Anboto real y cercano.
El Rubio también disfruta del lujazo
Puesta de sol
Una atardecer de lujo e irrepetible. Porque ¿cuántas veces se puede dar el caso de un conjuro mágico entre un santo cristiano y un dios pagano?
9 comentarios:
Una siesta se puede echar todos los días pero una cosa de estas solo ocurre cada cien años. Me hubiese gustado mucho conocerte, Robin.
Muxu pottolo bat.
Totalmente de acuerdo en que el Untzillatx es uno de los montes más guapos de Bizkaia. La subida esa que comentas la hice en una ocasión con los del Alpino Tabira. Curiosamente, la vez que he subido por la Gran Diagonal también fue con ellos. Todos los años organizan una marcha preciosa por los montes del Duranguesado, intentando que cada edición aporte algo nuevo. Muy recomendable.
Este jueves que viene, día 11, el grupo Kromagnones va a subir a Untzillatx. Como casi siempre, la salida se hace en transporte público; han quedado a las 07:00 en termibús. Es una salida mañanera. Tú serías de los más jóvenes del grupo pero, te aviso, son realmente cañeros.
Si quieres más detalles, contacta con Jesús 656008458 o por correo electrónico con Jorge, jhtorres@telefonica.net
Mi correo electrónico está en Mendikat. Solo tienes que posar el ratón encima de mi nombre.
A mí tampoco me suele contestar. Yo lo achaco a que es un hombre muy ocupado porque, en el trato, es serio pero no antipático.
No, je suis desolée mais I don`t received your mail. Perhaps berriro okertu egin zara.
msanz_hamlet@hotmail.com
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