Perteneciente a la corona de Navarra (siglo IX - XIII), sobre una mole rocosa junto a las bonitas ruinas del santuario de Santa María. Debido a su situación fue una atalaya de armas de gran importancia en la Edad Media. Al existir una fuerte lucha con Alfonso VIII de Castilla, para defender el reino de Navarra se creó una línea de fortificaciones en la Sierra de Toloño/Cantabria.
(Foto: Iñaki Sagredo. Castillos que defendieron un Reino)
En 1461 el castillo cayó definitivamente en poder de los castellanos, junto con otras fortalezas de la comarca.
Ruta:
Desde el Puerto de Rivas de Tereso, Salinillas de Buradon o San Ginés en Labastida se llega al monte Toloño (1277 m). En la pradera se divisan roquedos, una ermita en ruinas, una nevera restaurada y la peña cónica del castillo de difícil accesibilidad. Un lugar muy agradable con varias opciones montañeras.
Rodeamos la mole rocosa bastante aireada y con curiosidad por subir a ella pero no resulta fácil: si bien por la chimenea Este hay dos hendiduras, la derecha más fácil, y la cara Norte y Sur bastante más complicadas.
Junto al castillo se encuentra las inspiradoras ruinas del monasterio de Santa María de Toloño: construido por la Orden de San Jerónimo entre el siglo XIV y XV, abandonándola en 1422 debido a la dureza del clima. Más tarde quedó a cargo de la Hermandad de la Divisa hasta finales del siglo XVIII. En 1835, durante la primera guerra carlista, sufrió un incendio que dejó en pie únicamente una parte de la capilla barroca con elegante piedra blanca.
El conjunto de nevera, ermita y torre rocosa donde se asentaba el castillo: un lugar pintoresco lleno de belleza histórica.
Las fronteras de la Corona Navarra en la Edad Media contienen numeroso patrimonio cultural y olvidado tras la demolición en el siglo XVI de todos sus castillos por el reino de Castilla. Estas defensas fronterizas entrelazadas por numerosos castillos conectados visualmente de manera que en muy poco tiempo el aviso y en tan larga distancia se llega a la Iruña de Pamplona a través de espejos, luces, fuego o palomas mensajeras.
Rescatamos castillos en montañas y peñas a veces inaccesibles de los que sólo quedan ruinas e imaginación gracias a los libros de historia que lo documentan. Castillos constituyentes del Reino de Navarra y testigos de esta historia: Buradón/Bilibio, Toloño, Ferrera, Guardia, Labraza, Lantarón, Astúlez, Zaitegi, Toro, Bernedo, Arluzea, Atauri , Korres, Guevara, Petralata, Irurita, Aitxita, Garaño…
1512, fue el año de la conquista del Reino de Navarra por las tropas castellanas. El cardenal Cisneros ordenó la destrucción de la mayoría de los castillos que suponían un peligro estratégico para Castilla humillando el orgullo de los navarros. (Castillos que defendieron un reino, de Iñaki Sagredo).
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