2 de Diciembre de 2016. 10 años han pasado desde que pisé Euskadi por primera vez. Directos de Reus a Urkiola. Nos estaban esperando desde hacía una hora por lo menos. Nos hemos colado y llegamos hasta Bilbao por lo que tenemos que retroceder unos cuantos kilómetros más.
La niebla iba y venía, no se veía mucho, pero de vez en cuando Anboto asomaba para impresión mía. Hacía muy poco tiempo que andaba por el monte y he de reconocer que aquella montaña me dejó sin habla. Recuerdo perfectamente la sensación al llegar a la parte alta. Era todo muy aéreo y casi me cuesta el no llegar a la cima. La bajada la califico de memorable. Bajar de pie me resultaba agobiante por lo que decidí hacerlo agachada. Pero agachada, agachada, que si no sentía el culo en las piedras no me quedaba tranquila.
Tenía muchas ganas de volver allí, así que en septiembre de 2014 planeamos ascender desde Alluitz (por la arista), pero una vez en el collado de Larrano la méteo no se presenta muy prometedora. Encima de la morada de Mari hay una enorme txapela gris. No debe estar de humor. Tendré que esperar.
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