jueves, 11 de febrero de 2016

Allunpeko atxa y el principito de Dima. Amor con amor se paga - Hamlet


Allunpeko Atxa (906 m)


Él quería conocer el escondite del cura de Santi Kurutz y yo sabía cómo llevarle. Lo había intentado en un par de ocasiones pero sin éxito. Él que es un especialista en vislumbrar vías de escalada y líneas de vías ferrata, y que conoce muchas más cuevas y cavidades de las que yo conoceré jamás. “No es fácil encontrarlo si no conoces el sitio”, le había advertido yo.

Recuerdo cuando fui por primera vez al lugar. Había subido con mi hijo Iñaki al, por aquel entonces, todavía Ipizte. En la cima nos encontramos con un par de chavalillos acompañados de sus padres. Cuando me encuentro con un montañero en ciernes, sobre todo si es en un sitio de cierta categoría, me gusta revolverle el pelo mientras le digo “txapelduna!”. Hice lo propio en aquella ocasión, no sin recibir cierta mirada celosa por parte de mi hijo.
 
Ipizte o Iruatxeta (1057 m) desde Zabalaundi
 
Y a cambio de un gesto tan sencillo recibí un regalo maravilloso. Me confesó uno de los chavales, entusiasmado, que iban a conocer un escondrijo. Y yo le pregunté a ver si nos llevaba a nosotros para poder descubrirlo juntos. Y fue de esta manera, en un maravilloso intercambio de gestos, que nos vimos todos juntos en ese cobijo tan especial, en ese balcón abierto al valle de Aramaiona.
 
Viejo mojón cimero

Viejo mojón cimero

A partir de aquella primera vez, son bastantes las ocasiones en las que he vuelto. Siempre en plan secreto porque hay ciertos lugares que hay que preservar de la mirada de gente no deseable. De esa que hace pintadas, deja papeles y desperdicios, o se lleva recuerdos que no debe para luego abandonarlos quién sabe dónde.
 
Balcón a Aramaiona

Interior del escondite

Y como en aquella primera ocasión, pero esta vez por partida doble, recibí un regalo a cambio. El primero en pleno monte, en forma de trepada, muy cerquita del lugar al que habíamos acudido y del collado de Lezeaga: Allunpeko atxa. Fácil de alcanzar sobre todo cuando vas en plan tranquilo, sin prisas.
 
Collado de Lezeaga

Y el segundo, ya en ruta, de vuelta a casa. 
- ¿Conoces al principito de Dima?
- ¿Estás de broma?
- Pues vamos a parar a que lo veas, porque seguro que hasta le quieres sacar una foto.
 
El principito de Dima

Amor con amor se paga. Muchos zankius y hasta siempre.
 

1 comentario:

Robín dijo...

http://lit-et-raire.blogspot.com.es/2011/08/el-principito-numerizado-aunque-no.html