sábado, 15 de mayo de 2021

Recordando el pasado: las paramoudras - Trini Grases Gestí


La montaña de Pasaia, el monte Jaizkibel, situado entre las bahías de Pasaia y de Txingudi, es un museo natural al aire libre. Los expertos la consideran una joya de los litorales europeos. Sus estratos rocosos se formaron en los fondos del mar, emergiendo posteriormente hace millones de años. 

Había oído hablar de las paramoudras, había visto fotos preciosas y siempre había pensado: lo tengo que ver con mis propios ojos y tener mis propias fotografías. Buscamos información sobre los accesos, horarios de mareas, meteorología, y, cuando coincidieron las mejores condiciones, nos decidimos a emprender la excursión.


¿Qué se esconde detrás de la palabra “paramoudras”? He encontrado una definición dada por un geólogo: concreciones diagenéticas de carbonato de gran tamaño adoptando formas muy caprichosas. También se definen como gusanos fósiles que llaman la atención por su naturaleza y dimensiones, con formas claras y bien conservadas. Formas esféricas o redondeadas de 2 y 3 metros de desarrollo vertical hasta 8 m de desarrollo horizontal.


La zona a la que nos dirigimos se encuentra en los acantilados del monte Jaizkibel y Jesús Mari Alquezar denomina a esa rasa mareal la “playa de los fósiles”.


Es una excursión con pocos desniveles, ya que parte de la cota 300, llega al nivel del mar y a la vuelta hay que remontar el desnivel descendido. Con la posibilidad de hacerla circular, según el pequeño mapa que adjunto, iniciamos nuestra excursión con una gran ilusión.


El recorrido se inicia en el P.K. 11,6 de la carretera que une Lezo con Hondarribia ,junto a una rueda de molino con la inscripción “camino de Erentzin”, por una ancha, arenosa y cómoda pista que pasa junto a un abandonado cuartel de carabineros.


Nos fijaremos en las bandas blancas , que siempre en descenso y buscando los ramales que encaminan hacia el mar, nos dirigirán hasta alcanzar un cordal en cuyo extremo empiezan a ser visibles en panorámica, las pétreas formas de las paramoudras. En la zona que visitamos, también son muy curiosas las formas que presentan las rocas de arenisca, debido a la erosión sufrida por el mar y por el viento.


La primera figura que me llamó la atención fue un majestuoso cóndor que nos daba la bienvenida antes de descender a la cala Erentzin.



Es un espacio natural diferente y merece la pena descender por las rocas hasta la plataforma mareal. En las paredes laterales observamos agujeros redondos que nos hacen pensar que en su tiempo albergaron las bolas “paramoudras”.




Recomiendo seguir la señalización de bandas blancas para terminar esta preciosa excursión circular, según aparece en el primer mapa adjunto, para finalizar en el punto de partida sin tener que pisar ningún tramo de carretera.



Os animo a que os acerquéis a contemplar esta maravilla de la naturaleza, sin prisa, y sobre todo con marea muy baja, y dejad volar la imaginación buscando parecidos... y a ser posible con la cámara de fotos, para poder recordar y disfrutar varias veces con todo lo que habéis contemplado.


Nuestro recorrido…….






4 comentarios:

maribel dijo...

Zorionak, Trini. Oso interesgarria! Egunen batean saiatuko gara egiten. Argazkiek primeran erakusten dituzte detaile guztiak. Lan bikaina!

TRINI dijo...

Lo siento pero no entiendo en euskera.

Osso dijo...

Maribel te felicita y dice: muy interesante. Un día de éstos intentaremos hacerlo. Las fotos muestran perfectamente todos los detalles. Un trabajo excelente.

Osso dijo...

Y yo suscribo esas mismas palabras. Enhorabuena por ese trabajo.