miércoles, 10 de abril de 2019

Castillos que defendieron el reino de Navarra. III. Castillo de Korres (Araba) - Esther Merino




Peña del Castillo o Gaztelua (867 m). Abrupta y elegante formación rocosa emplazada en Korres, Parque Natural de Izki. Paso fronterizo y villa disputada entre los reyes Alfonso VIII de Castilla y Sancho el Sabio y su hijo Sancho el Fuerte de Navarra por la posesión del castillo de La Portiella de Korres, situado a la salida del barranco de la Presa. Vigila las tierras de Kanpetzu y Kodes al horizonte. En el siglo XII ya estaba operativo: puerta de entrada al reino de Navarra. 



Partiendo del pueblo medieval de Korres, cruzando el pueblo y subiendo al cementerio, se sigue una senda bien marcada, en dirección al Mirador del Castillo. Antes de llegar, hay un desvío a la derecha que sube al castillo en ruinas. Encontramos la primera muralla, muy deteriorada, donde la imaginación pone el resto y da sensación de recinto fortificado en este primer nivel. 



Seguimos ascendiendo por la bonita senda, recién limpiada y abierta para ser utilizada por los senderistas. El monte Soila (994 m) nos vigila en este pintoresco entorno. 



Aparece un foso natural, que rellenamos con un puente levadizo en nuestra fantasía. Subimos trepando al segundo nivel lleno de vegetación, expectantes para ver la muralla. 





Trepamos al segundo nivel y nos topamos con la entrada de la fortaleza. Las vistas espléndidas, de gran belleza, no decepcionan, al contrario, resultan inspiradoras. 





Los centinelas, la vida diaria del castillo, otear el horizonte y preparar las armas… nos parece estar viéndolo todo en esa época medieval. Desde esa altura vemos el Mirador del Castillo, al que iremos tras saciar nuestra curiosidad. 





Otra trepada conduce al tercer nivel y al foso excavado a mano para mayor inaccesibilidad, no subimos por seguridad, no está acondicionado y no llevamos cuerda. 



Vistas magníficas a los montes de la Muela (1055 m) por un lado y al Soila (994 m) por el otro. Desandamos la senda al castillo y retomamos la senda al Mirador. Con la mente en otra época nos asomamos a este bonito balcón, envueltos en leyendas medievales sobre este peñón puntiagudo y desafiante. 



Desde el mirador privilegiado observamos este bonito parque natural y la altiva Peña del Castillo. 

El pueblo de Korres lleva tiempo pidiendo a la Diputación de Álava que arregle su castillo. Algo han acondicionado estos años, pero “ese terrón de azúcar”, como ellos dicen, se va deshaciendo poco a poco. 




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