miércoles, 10 de julio de 2013

Arista de Balerdi (Aralar), la realidad de la montaña... - Miren Muñoz Trigo



Afrontando el tercer largo

Entusiasmo. Esa es la palabra que fluye acorde con mis sentimientos. Íbamos por primera vez a la Arista de Balerdi con un amigo. Él nos guiaría y nos aseguraría en los distintos largos que la componen. Llevo poco tiempo escalando, ¡a la vejez viruela!, y después de un curso de rocódromo nos animamos a probar comenzando por esta preciosa travesía.


Vista a lo lejos de la arista que nos espera
Entusiasmo a raudales

Preparativos, material dispuesto, madrugón para encarar el viaje hasta Gaintza, y la aproximación hasta el pie de la arista. ¡Qué preciosidad!, Las Malloas se ofrecen ante nosotros en toda su hermosura. Hace un soleado día, es temprano y el “astro rey” ya aprieta. Entusiasmo…a raudales.

Aproximación por la pedrera

Preparándonos para empezar

Comenzamos el primer largo sin problemas, con algún paso más o menos exigente que para nosotros, más que novatos, nos produce cierto “hormigueo” una vez salvado. Encaramos el segundo más seguros de nosotros mismos, atendiendo las indicaciones de Juancar, nuestro guía y amigo. ¡Vamos a por el tercero!, explosión, agarre en la roca, disfrute, fotos, risas, entorno, gozada de actividad. Recoger la cuerda, los expreses, las reuniones…palabras ligadas a una actividad que me genera entusiasmo.

Juancar comienza y Carlos le asegura

…Llegó el momento de asimilar lo que te dicen, y no hice demasiado caso. Estaba absorta con el paisaje, oía pero no escuchaba…Hay que estar con todos los sentidos y a mí me faltó más de uno. Fui a agarrarme a esa “descomunal” roca que se movía, a aquella de la que se hacía eco Juancar antes de continuar con el 4º largo…”esta roca se mueve, cuidado con ella…”. 

Felicidad…

En mitad de la arista me encontré con ella…no llegó a caer pero la sostuve con la pierna, y me ha dejado su marca…Dolor, mucho dolor, y toda la solidaridad del mundo. De allí bajé andando, con esa herida en la pierna y en el corazón. Pasos cortos, encima de la larga pedrera que me hacía ver las estrellas. Bajada lenta y triste. Volveremos en otoño, de nuevo. La montaña sigue allí. Todavía se puede aprender mucho. 

Precioso Aralar…

Su presencia, siempre dispuestos a ayudar, es lo que me llevo del día de ayer, junto con esa maravilla de arista, ya que todo forma parte de este maravilloso mundo de la montaña, hecho de personas como Juancar y Carlos. ¡Gracias por todo chicos!..

Decimos adiós a la Arista, ¡hasta otra vez!

4 comentarios:

neskalatzaileak dijo...

Guauuuuuuuuuu, otra neska que se anima a escalar, como me mola!!!
De todo se aprende tanto en la escalada como en la montaña que nos sirve para el dia a dia... espero que no sea nada y que no te desmotive para seguir realizando este tipo d actividad.
Zorionak!!!!

Txinbeleta dijo...

Enhorabuena por el bautizo en Roca, ya verás como engancha. Nosotors fuimos a ver donde empezaba esta arista pero no sé donde acabamos porque no la encontramos. Ahora buscaremos mejor..........

Eskerrik asko!!

Miren Muñoz dijo...

Kaixo! Se trata de la Arista Sur,
en la segunda foto es la arista que tiene más sombra (en la última también se ve con la pedrera a la izda). Es fácil de ver el comienzo porque hay un pequeño árbol en la roca...Nosotros fuimos desde Gaintza, pero también se coge desde Azkárate...Es preciosa...
Mila esker!

JOANA GARCÍA dijo...

Zorionak txapelduna!!! Que gozada!! Esa arista la estuve mirando hace tiempo pero me dijo Txemi que estaba muy descompuesta y me tiró para atrás. Tendré que hacerte unas cuantas preguntas cuando te vea ;-)))