sábado, 28 de marzo de 2020

Los ojos de la Gorobel - Matilde Sanz


Un cíclope llamado Ungino


Ya sea recorriendo el Camino Real de la Sopeña o simplemente dando un corto paseo mañanero, no volveréis a ser ajenos a los ojos que os observan vigilantes desde los magníficos cortados de la Sierra de Gorobel o Salvada.

Y como por algún sitio hay que empezar, empezamos el recorrido de W a E, es decir, del Puerto de Angulo al Puerto de Orduña.

Cueva y río de San Miguel

Boca de entrada a la cueva de San Miguel el Viejo


La alavesa Cueva de San Miguel el Viejo está situada a pocos metros del límite provincial con Burgos. Allí nace el río San Miguel que se precipita ladera abajo en un espectacular salto de agua. Al lugar se llega cómodamente desde el Puerto de Angulo. Las repentinas crecidas del caudal ya han provocado algún accidente de fatal desenlace, por lo que es mejor dejar su visita a los expertos.



Las dos bocas de entrada a la cueva de Araos están superpuestas


Exterior de la cueva de Araos



Cueva Araos. Con dos bocas de entrada superpuestas, se accede a ella por un estrecho sendero en ladera con gran pendiente. Desde su entrada se domina buena parte del Valle de Angulo y con equipamiento adecuado pueden recorrerse con cierta comodidad sus 300 metros de desarrollo.

En 1972, el sacerdote Félix Murga descubrió en ella un importante yacimiento arqueológico de la Prehistoria reciente. Son testigo de ello los restos depositados en los museos de Burgos y Álava. En caso de visitarla, como siempre que nos hallemos en este tipo de lugares, se debe ser sumamente respetuoso.



Entrada a la cueva de Curtiveranos por la meseta equipados con buenas linternas 

Con Ander en la boca de Curtiveranos que da la cortado en una foto sacada por su aita



Boca de Curtiveranos que da la cortado



Continuando por el borde del mismo cortado donde se localiza la cueva de Araos durante unos 3 km, se encuentran las dos bocas de entrada a la Cueva del Hayal de Curtiveranos. Estas dos bocas están conectadas por un enorme túnel natural de más de 400 m de longitud y alturas que superan en algunos tramos los 20 m. Su fácil recorrido invita a la aventura; a meterse en sus entrañas. La entrada burgalesa (la que da al cortado) no tiene un acceso cómodo, por lo que es mejor empezar el recorrido por la boca alavesa, muy cercana al Portillo de Aro o San Vítores.



Grupo de Cromagnones subidos al arco del ojo de Ungino
El ojo de Ungino
El ojo de Ungino. ¿Quién no se ha sentido observado alguna vez por el ojo de este cíclope? De obligada visita cada vez que subimos a Ungino, por muchas veces que lo hagamos.




Cueva del Portillo de Menérdiga

Vistas al exterior desde la cueva del Portillo de Menérdiga



Muy cerca del camino, y ya casi en el portillo de Menérdiga, se encuentra esta cueva con entradas a varios niveles. Es muy fácil de ver si se va cuesta arriba, pero se muestra discretamente escondida a los ojos del que baja. Por eso, cuando se camina por la montaña, no hay que olvidar echar la mirada atrás aunque sea de vez en cuando.


Boca parcialmente tapada de Cuevallana
Vistas desde la boca de Cuevallana que da al cortado

Salida al cortado de Cuevallana con una de sus chimeneas muy cerca de la misma


La boca fácil de Cuevallana se sitúa en tierras vizcaínas, en el municipio de Orduña, a pocos metros de territorio burgalés.También en este caso, fue el sacerdote Félix Murga quien descubrió en el año 1982 varios fragmentos de cerámica modelada a mano y piezas dentales del Neolítico.

La entrada está parcialmente tapiada y los primeros metros tienen buena iluminación gracias a una ventana, o chimenea, abierta al exterior ya en territorio burgalés. En total, son unos 135 metros de recorrido, de techos altos y con buena anchura en su primera parte; más tarde habrá que avanzar a gatas antes de llegar a una nueva chimenea y a la gran ventana que se abre en el cantil de la sierra. A la derecha queda la ladera del monte Bedarbide y al fondo la ciudad de Orduña y el valle de Arrastaria.



Cueva del Portillo del Fraile


El Pico del Fraile desde el interior de la cueva

Con mayor o menor esfuerzo, todos nos hemos puesto alguna vez a la altura del Pico del Fraile y admirado su belleza. Si se llega hasta este precioso enclave por el camino más duro en vez de hacerlo desde lo alto del puerto de Orduña, según nos vamos acercando al portillo del Fraile vemos en la pared opuesta una oquedad cerrada por un muro; este muro forma parte de una edificación. Llegar al lugar no tiene ninguna dificultad ni entraña ningún peligro. Lo que sí permite es una gran cercanía al vistoso pico, tratarle de tú a tú; casi, casi tan inolvidable como la escalada hasta su cumbre, atalaya muy querida por los buitres.

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