martes, 12 de febrero de 2019

Urbasa en invierno - Trini Grases Gestí


Cuando camino por el monte, me voy fijando en detalles y se me van ocurriendo frases y me van viniendo pensamientos que me animan a escribir. Las fotos que saco por el camino me ayudan a recordar y recomponer todo lo que he visto en el camino. 

Ayer salimos con la intención de hacer un recorrido con raquetas por la Sierra de Urbasa. Según nos íbamos acercando coincidimos Jluis y yo en que las raquetas seguramente tendrían que quedarse en el coche y la alternativa sería caminar por alguna pista de las que nos quedaran al pié del lugar en que dejáramos el coche. Y así lo hicimos. Aparte de disfrutar mientras caminaba, fui poniendo título a los diferentes motivos, detalles, objetos que me llamaron la atención al caminar. 

Iniciamos el recorrido por la pista que sale entre el Camping y la Casa Forestal, junto a un cartel que nos informa que nos moveremos por una zona llamada BIOITZA. 

La pista no ofrece ninguna dificultad para caminar y no tiene barro porque está bastante recubierta de piedra. Nos llaman la atención una serie de casetas y chabolas. Nos acercamos a verlas y vemos que llevan una numeración U1, U2, U???, U???? ….. y por supuesto que sacamos las fotos correspondientes. 





El camino va picando suavemente hacia arriba y llegamos a una zona en la que empezamos a pisar nieve, aunque no suficiente para haber utilizado las raquetas. Nos llama la atención una charca que en su entorno tiene huellas de algún animal que se ha acercado a beber. 


Una vieja haya con unos hermosos brazos a la que bautizo como “El Candelabro”. 

 
Pasamos por una zona en la que un cartel nos informa sobre el bosque de "abedul común" que tenemos a nuestra derecha. Con los suaves rayos de sol que dejan filtrar sus ramas se dibujan sobre la nieve unas curiosas formas de las sombras. 


Abedules que pueden alcanzar entre 25 y 30 metros de altura con un tronco de poco diámetro que asciende en busca de la luz. 


Y un hermoso abrevadero cerca de otra charca totalmente cercada.


En esta zona encontramos bastante nieve hasta el punto de perder la referencia de la pista y de las señales de la GR 282 que nos hemos ido encontrando por el camino. Nos hundimos bastante en la nieve, los pies empiezan a acusar la humedad y decidimos que es hora de dar vuelta. Algunas piedras calizas muy erosionadas asoman sobre la nieve, dando un bonito efecto fotográfico. 


Pasando zonas de bastante barro, pisando nieve en otras y tratando de esquivar ambas vamos caminando de vuelta hacia el coche. Al estar el día despejado no hay problema en encontrar el camino de vuelta. Lo que pueden dar de sí casi 4 horas caminando en un recorrido de unos 13 km…No todo debe de ser caminar, también hay que ir parando a observar lo que vamos encontrando por el camino. 






1 comentario:

Jesús Mari Guiroy dijo...

Muy bonito e inreresante, la pena es que me ha resultado corto. Sigue escribiendo Trini, para que te sigamos leyendo