Ahora que está tan de moda eleskimo y, sobre todo, el euskal-eskimo, dadas las circunstancias del confinamiento actual, siempre hay quien, huyendo de las modas se refugia en estilos más frikys y más desconocidos….
Conocí el backcountry esquí hace unos años. Siempre atraída por los paisajes fríos y polares, empecé a leer diferentes relatos de travesías por Laponia que hacía gente normal, nada relacionado con grandes expediciones, sino eso, personas mundanas que se lanzaban a conocer otras latitudes. Fueron tres las veces que visité Finlandia, realizando grandes travesías por los parques naturales, disfrutando de la paz que da la nieve, del silencio, de la soledad….. Allí los esquí se usan hasta para ir al supermercado!
Este tipo de esquí es una mezcla entre el esquí de fondo y el telemark. Se caracteriza por ser un esquí muy ligero, largo y estrecho, que, a diferencia de los esquís de fondo, tiene cantos, escamas e incluso a los más modernos se les pueden poner pieles. Esto permite los desplazamientos por cualquier lugar, sin necesidad de que haya trazada. Bueno, cualquier lugar que no tenga un gran pendiente! No son unos esquís para hacer desniveles sino más bien para hacer grandes distancias en terrenos con poca inclinación. Las escamas ayudan a subir pequeñas pendientes sin necesidad de poner pieles, y los cantos ayudan a controlar las bajadas. En general se utilizan para largas travesías, más que para salidas de día. Este es el espíritu del backcountry: hacer una inmersión salvaje en la naturaleza donde nadie haya pasado antes.
Sin embargo, llegó la pandemia, los confinamientos y adiós a Finlandia en el 2020 pero…. Oh! Qué regalazo!!
2 de enero de 2021
La gran nevada pronosticada ha caído. Y caído de verdad. A las 7 de la mañana, levanto la persiana y siiiiiiiiiiiiiiii! Esto promete, y a falta de Laponia finlandesa, vamos a descubrir la Laponia alavesa. Mundo moderno, siglo XXI, tiro de wsp y rápidamente contacto con un grupo de gente de mi club de montaña (Goiena, porqué no decirlo) aficionado al esquí de fondo y sin más demora quedamos para salir desde casa con esquís! Si! Los esquís desde el portal! Esto si que es km 0, pocas veces lo hemos visto…
Y qué hacemos? A dónde vamos? Con tanto confinamiento municipal el año pasado no hay camino que no haya quedado sin pisar, y nos viene a la mente Basotxo Mendia, un modesto monte de 699 metros al que nos hemos acercado a pie y en bici pero nunca en esquí. !Qué bueno! Primer campeonato absoluto de ascenso al Basotxo en esquís! Ay que nervios !Mi equipo de backcountry! Usarlo en casa es un lujo, un verdadero lujo!! Preparo todo: esquís, bastones, las tres ges, el termo, algo para comer en la cima, y la cámara!! Sisi, esta vez nada de fotos con el móvil, el día pide fotos de cámara!
Son las 10 de la mañana (prisa-mata-amiga) y el punto de encuentro es Olarizu, el portal de parte del grupo, que bajan con las botas puestas. Como puretas que somos, huyendo de los montes típicos para trineos, y los típicos para eskimo, nos calzamos nuestros esquís, cada cual su versión más antigua-moderna y ala. Norabidea: Basotxo. Esperamos no ver gente por allí…
El paisaje es brutal, blanco blanquísimo blanco, o como solemos decir montes infinitos de blancos imposibles. Nada de nieve alavesa que torna a colores chocolate (por hacer una fina descripción) todo, todo lo que se ve es blanco merengue… Empacho de nieve, de paisaje exuberante, y todo ello aquí y con mis compis de club, ¿qué más se puede pedir? Nadie nos rodea… no hay gente, solo algunos pajarillos de árbol a árbol… Silencio, paz, deslizar de esquís…..
Dejamos el parque de Olárizu a la derecha y cruzando un puente vamos hacia Mendiola por la pista. El nuestra primera vez subiendo la pista en esquís, flipa!. No hay manera de avanzar, foto por aquí y foto por allá… y más fotos! Todo, todo está mágico, la pista sin pisar, nieve virgen, recién caída, imagen de merengue, sonido de algodón, qué locura por favor!
Cada árbol, cada cabaña, todo nos sorprende… Pedazo de excursión desde casa. Mendiola, está cubierto de nieve, y aún duerme, vemos algún vecino que sale a ver el paisaje. Por delante nuestro todo un camino por descubrir, la sensación de deslizamiento de los skis es embaucadora, vamos sin hablar, disfrutando de lo que vemos, oímos…. sentimos.
Con paciencia y buen ritmo vamos subiendo la pista. Sin embargo, no haber preparado el material para la ocasión, o quizás por el tipo de nieve los zuecos empiezan a aparecer, pero lejos de ser un problema se soluciona con paciencia e ingenio (evidentemente no habíamos llevado las ceras –error-). Nos rodea un paisaje blanco, tranquilo…. Como habías predicho, no hay nadie, nadie, nadie y la pista es toda nuestra, pista de nieve virgen que vamos abriendo a relevos, porque aunque no creas, esto cansa….
Frente a nosotras se observa la borda que nos indica que ya hemos llegado a la valla que está totalmente mimetizada con el paisaje, y que, tras cruzarla nos regala paisajes de cuento…. En Laponia es habitual ver estos paisajes, pero aquí…. Los árboles no podrán aguantar el peso de la nieve…
Pronto divisamos el típico paisaje alavés, de fincas labradas con cereal y de fardos apilados. Los fardos son un recurso muy valioso en invierno para la fauna. Ahí se refugian cientos y cientos de micromamíferos (topillos, ratones de campo...) y también diferentes especies de pajarillos que buscan un poco de protección. Protección y tranquilad que al pasar con los esquís, se acabó…. Al oírnos, salieron volando todos ellos…..
En el último kilómetro antes de llegar a cima podemos empacharnos de paisajes de ensueño….. El esfuerzo para avanzar es considerable porque la cantidad de nieve llega por encima de las botas.
Y por fin tras 8 km llegamos a la cima de Basotxo. Gure Basotxo maitia! Tan alavés! Tan de nuestro perímetro municipal!! Qué de buenos ratos nos has dado en la desescalada y nos vuelves a dar ahora! Foto de cima! Ponte aquí, ponte allí, ahora tu, ahora yo….
El buzón muy original, es una típica figura de bolo alavés. Este buzón lo colocó el Club de Montaña San Ignacio en el año 2014 y que rodeado de esquís, convierten a la foto en única. !Vivimos en un lugar excepcional! La verdad es lo habitual es subir en bici, y por eso hoy no nos creemos haber llegado con esquís.
Hemos bautizado la excursión como agroeski al basotxo, tope rural. La verdad es que ver los pequeños pueblos alaveses durante la ruta, las pilas de fardos cubiertas de nieve y a cientos de pajaritos saliendo de ellos a nuestro paso, es una estampa muy nuestra. El hecho de que no se repita todos los años lo hace si cabe más exótico y de hecho esta vez, no tiene nada que envidiar a Laponia: el color de la nieve, la textura, el paisaje, la ruta ha sido tan espectacular! Y lo mejor de todo es que esta vez no hay que tirar de pulka ya que dormimos en casita –como en casa en ningún sitio- lo cual es de agradecer ya que las bajadas con pulka tienen su cosa!
Hamaiketako de rigor, y deshacemos el camino para regresar, oxigenadas, satisfechas y porqué no decirlo un poco cansadas, ha sido la primera esquiada del año, y claro, we’re not fit yet. Pero no será la última. Hay que aprovechar la nieve y volver a salir.
Como no para de nevar, nuestra traza ha casi desaparecido, y vuelta a los relevos para avanzar. La ligeríiiiiisima inclinación hacia abajo nos ayuda a deslizarnos, con un poco menos de esfuerzo. Vemos ya la barrera del inicio, ahora sí más visible y nos vamos aproximando ya a Mendiola, y vemos también la ciudad al fondo, enteramente cubierta de blanco….
Dejamos atrás los montes de Vitoria, cubiertos de nieve, nieve que ha sido un regalo de navidad, un regalo para llevar mejor el confinamiento, un regalo para la vista….
Si si si!!! Hay que repetir! Y la próxima sin zuecos así que toca tarde de ñapas, encerar para deslizar, secado de botas….. objetivo logrado!!. Mejor forma de empezar el año imposible!
Reinventarse, no queda otra en este momento de desconcierto que nadie sabe qué pasará mañana. Y dar gracias por la supernevada de navidad que nos ha dado una alegría infinita a falta de viajes de aventura a lugares lejanos, exploramos los cercanos y disfrutamos más si cabe!
Da gusto leerte, gracias por compartir esta experiencia!!!
ResponderEliminarUn placer leerte, me has puesto dientes largos desde el sofá, hasta huelo la nieve.
ResponderEliminarDoy fe que he compartido esas sensaciones...aunque no estuve en esa saluda concreta...la nevada fue fuerte e hicimos todas las salidas que nos permitió nuestro tiempo libre ...las fuerzas y lo que duró la nevada. Fue geniak
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