Me encuentro rodeada de ruidos, de vida. Estoy en Kathmandu, en nuestro viaje de vacaciones a Nepal, país que no debe dejar indiferente a nadie. Salimos hacia Dhunche, a 100 km de aquí, para comenzar el Trekking de Langtang. Llegamos antesdeayer a esta ruidosa y caótica ciudad, en la que el tiempo, como en todo el país, se ha detenido. Pasear por estas calles desvencijadas oyendo el claxon continuo de los vehículos contrasta con la paz que vamos a encontrar en las montañas, alejadas del polvo en el que nos envolvemos. La gente es cercana, amable, sonriente, da más de lo que tiene, en definitiva, mis pasos en este trekking van a aderezarse de vida, y mis ojos acabarán llenos de imágenes inolvidables.