jueves, 28 de julio de 2011

Faja de las Flores (Ordesa) - Miren Muñoz Trigo



Vistas desde la Faja.
 Tozal del Mallo a la izda, Tendeñera a lo lejos
y punta Escuzana en primer término.


Este sábado fuimos a Ordesa para hacer el recorrido de la Faja de las Flores, iniciándolo por Cotatuero y terminándolo por Carriata. La vuelta se hace en unas 7 horas, completando 1200 m. de desnivel empezando y terminando en La Pradera de Ordesa. La entrada en Ordesa los meses de julio y agosto está controlada. El tope son 1800 personas por día. De Torla salen autobuses desde las 6 de la mañana. Nosotros cogimos el primero, en total, 42 personas en ese viaje. Para las 6,30 en La Pradera comenzamos los itinerarios previstos, y así todo el día esos autobuses llevando y trayendo gente hasta las 22 h de la noche.



Amanece sobre los montes de Ordesa


Los montes excepcionales del Valle de Ordesa se iban llenando de personal poco a poco. Nosotros vamos sólos; llegamos a las Clavijas de Cotatuero y encontramos a otra persona, a la que apenas vimos una vez empezado el recorrido por las mismas. Una vez pasadas las Clavijas, soledad, praderas de lirios, el Circo de Cotatuero nos deja perplejos.


Atravesando las Clavijas de Cotatuero.
Indispensable arnés, 2 cordinos y 2 mosquetones


Espectáculo de lirios en el Circo de Cotatuero


Vistas de la Brecha camino de la Faja de las Flores


Seguimos nuestro camino hacia la Faja, sólos. Absortos con el paisaje que nos rodea no somos conscientes de que vamos “echando” de la Faja a una pareja de sarrios que, despavoridos al vernos, intentan salir por el otro lado. La Faja de las Flores es un camino estrecho, “tallado” en la roca a una altura de 2200m. Todo alrededor es bellísimo. Tiene una longitud de unos 3 km. Vamos despacio y vemos a los pobres animales que con nuestro avance van manteniendo la distancia…hacia el otro extremo. Empezamos a oir voces de gente que sube desde La Fajeta y las Clavijas de Carriata.


Edelweiss

Vista de la Faja, camino ya recorrido


Pienso en los pobres sarrios, hemos acaparado su espacio de sábado por la mañana. Corren y se dirigen hacia nosotros, asustados con la gente que empieza a entrar en la Faja por el otro lado. Nos paramos y nos pegamos contra la pared. Se asoman al vacío en un instante de duda, les violentamos, les comemos cada vez más su espacio, nosotros, parte de esos 1800 humanos que abordamos el Parque un sábado cualquiera de verano. Deciden pasar galopando al lado nuestro en dirección al Circo de Cotatuero, de donde veníamos. Ojalá hayan podido salir de ese atolladero, de esa emboscada que como tantas veces, provocamos allí donde vamos. En la salida de la Faja nos encontramos con el espectáculo del gentío que allí se agolpa. Bajamos de allí rodeados de gente por todas partes.


Bajando por las Clavijas de Carriata

Espectáculo de color

Pensé en aquellos sarrios y en una explanada tranquila donde ojalá hubiesen podido llegar. La sensación que me queda es agridulce. Somos demasiados.


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