Diálogos de cuando ya tú eres la roca o la roca ya es tú.
- Te vi y eres hembra –te dice la roca- Eres voluble y ampulosa, y dentro de ti globos, pompas y úteros en expansión explosionan sus vacíos.
- Te vi –le dices a la roca – Te vi y te habías calzado unos ojos en los pies. Para verme. Para verme mejor.
- Te vi –le dices a la roca- y estabas llorando por el desconsolado vértigo que te produce la oscuridad de mis abismos verticales... profundos... insalvables -le dices a la roca.
- Te vi –te dice la roca- y por eso sé que estás habitada por una manada de fantasmas, miedos y temblores.
-Te vi- te dice la roca- y eres arenas móviles que se adaptan al viento sin rechistar y olvidas tu forma en las esquinas de los giros del aire.
- Te vi y tenías las yemas de los dedos gastadas de tanto tocarme -le dices a la roca.
- Te vi –te dice la roca- y eras luz, luz, ¡PURA LUZ!
- Te vi –le dices a la roca- y llevabas menos, muchos menos collares y pendientes de los que llevaba yo.
- Te vi –te sigue diciendo la roca- y eras un corazón. Que late. Eras todo corazón.
- Te vi –le dices a la roca- y vi que me estabas viendo.
- Te vi –le dices a la roca- y sólo por la emoción de verte, me convertí en Miel.
- Te vi -te dice la roca- y eras Belleza, sólo Belleza, todo sólo Belleza.
precioso
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