El viernes 17 de diciembre 2021 celebramos el 50 aniversario
del Club de montaña Gasteiz. Un grupito de montañeras de diferentes
generaciones participamos en la Gala repasando la evolución desde el siglo XIX
de las mujeres en la montaña hasta nuestros días y la realidad actual.
Verónica, Esther, Maite y Delia en la Gala de 50 aniversario
Club Gasteiz.
Habíamos quedados varios días antes para reflexionar y
hablar de cómo ha evolucionado la mujer en estos 50 años. Maite Yus tiene 77
años y ha vivido las diferentes etapas desde el inicio, Verónica García con 31
es una joven con proyectos que disfruta de la montaña y Esther Merino con 50
años es una apasionada que lo vive con mucha intensidad. Nos convocó Delia García Besa vocal de la
Junta del Club y organizadora de la Gala. Es la primera vez que se daba esta
situación, juntarnos mujeres del club y poner en papel nuestras opiniones y con
proyección de futuro, todas nos enriquecimos y aprendimos. Somos el
club más grande de Araba con 1.200 fichas federativas femeninas y 2.100 varones.
Cómo ha
evolucionado la mujer en la montaña.
Estuvimos viendo
fotos de hace 60 años que nos trajo Maite, cómo vestían las mujeres, qué costumbres
tenían y los obstáculos para ir al monte. Nos ilustraba con todos los detalles,
por ejemplo, no tener pantalones y estar mal vistas por llevarlos. Era
importante saber de nuestras antecesoras Aunque el club se inició con mujeres
la participación en los puestos de Junta, Presidente, guías y formación ha
recaido sobre los hombres.
Nos presentamos en el Palacio Europa para la Gala.
“La mujer siente la llamada a la montaña de
diferentes formas. Unas aprendieron de niñas con sus padres. Otras, desde
jovencitas en grupos de scaut y clubs de montaña. Algunas se han iniciado con
sus maridos, otras, después de la crianza de los hijos con unas amigas o tras
un divorcio les nace el deseo de subir montañas, como liberación, una actividad
creativa e incluso de superación
personal. Hay mujeres Heidi, que han nacido entre montañas. Cada una ha llegado
de una forma especial, distinta. Tenemos sitio para todas y cada una de ellas
en la montaña... “
Las mujeres hemos subido a las mismas montañas que los
hombres pero no aparecemos en los libros de alpinismo. “La mano que sostiene
la pluma escribe la historia” ¿quién sostiene la pluma? Se nos coloca como
acompañantes pero no como protagonistas. Hay escaladoras que deciden escalar
sólo con mujeres para que las felicitaciones no se las lleve el varón del grupo
sino que es el equipo: “las mujeres” quienes han conquistado un objetivo. Es el
deporte que más licencias de mujer recoge pero sus méritos, logros y avances
son menos reconocidos.
Situación actual:
Las mujeres parecen
que tienen menos tiempo porque lo reparten entre el ocio y los cuidados, tareas
domésticas y crianza de los hijos. La frecuencia y duración del tiempo
invertido en el deporte es menor. En general, hay menos participación y
asistencia de la mujer en charlas, audivisuales, conferencias deportivas. ¿Por
falta de tiempo, interés o no se sienten identificadas con ese modelo de
montaña?¿o no tienen referentes o por alguna razón no les atrae?.
Continuamos la charla entre Maite,
Verónica y Esther. Maite Yus nos contaba que con 18 años las chicas en los años
50-60 no tenían muchas opciones que les permitieran los padres y una de ellas
era ir al monte en grupo. Al principio con faldas y luego se hacían ellas
mismas los pantalones. La ropa de montaña sólo era de hombre. No tenían
referentes de otras montañeras ni aspiraciones alpinistas. Como no tenían coche
iban en tren o en bus.
Verónica García con
31 años empezó de niña con su padre y ahora va con sus amigos. Recorre los montes
de Euskal Herria y con planes de Pirineos y ascensiones importantes. La montaña
le aporta paz, tranquilidad, desconexión sin necesidad de competir sino de
disfrutar.
Esther Merino empezó por un flechazo por las montañas y quería subir a todos los montes de Euskal Herria,
Picos de Europa, Pirineos, Alpes, Dolomitas…viviéndolo con intensidad y
escribiendo artículos de montaña y un libro, formación y participación en medios de comunicación.
Actualmente en la Federación Alavesa de montaña como vocal de senderos y de
Mujer y montaña.
Finalmente,
hacemos un repaso de todo lo que nos aporta la montaña: capacidad de esfuerzo,
colaborar en grupo, alcanzar objetivos, orientación, renunciar a la meta por
prudencia, gestionar la energía y tener opciones de rutas. Compaginar
la maternidad con la montaña supone un fuerte desnivel.
La conquista de las montañas es única y personal, cada
montañera tiene sus preferencias y son todas válidas. La
historia del montañismo femenino aún está por escribir…
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