sábado, 2 de mayo de 2020

Desconfinamiento día 1. Anillo Verde en la Capital Green I. Olárizu Vitoria-Gasteiz. Esther Merino


Dispuesta a aprovechar mi ratito de la mañana, el primer día del primer paseo sin vigilancia…día despejado y a penas frío en nuestra Siberia-Gasteiz, tan conocida por bajas temperaturas para los acostumbrados a la brisa de mar en este 2 de mayo de 2020…"Me robaron el mes de abril” pero no estoy dispuesta a que nadie me quite el mes de mayo…!


Salgo de casa en bicicleta a las 9 h por el carril bici de Borinbizkarra por donde he pasado mi confinamiento. 


Este ha sido mi rincón inspirador tipo “patio de cárcel”, que dejo atrás, mi zona “cero”.


Atravieso los bonitos puentes de Zabalgana por donde pasa el arroyo Armentia, para mí como si fueran los Puentes de Madison con Clint Eastwood y Meryl Streep.


La ciudad todavía dormida mientras que los deportistas nos incorporamos al anillo verde por diferentes frentes, corredores, paseantes, ciclistas, camisetas de colorines que alegran el paisaje...


Pasamos cerca de Armentia sin subir al santo y bordeamos Mendizorroza encaminados a las campas de Olárizu por el carril bici.


Llegamos a la balsa (520 m), frente al monte Olárizu/Santakuruzgana (709 m), que los más madrugadores han subido, para mí es como estar en Pirineos junto a un ibón, el de nuestra ciudad green… Suelo sentarme a leer en este rinconcito pero hoy apetece soltar la piernas con la bici.


Me voy perdiendo por los numerosos senderos acondicionados, sin rumbo fijo, sólo quiero sentir el sol en mi cara y el aire y la libertad.


Hay zonas húmedas y escondidas que son las más bonitas, siempre agradables al paseo entre naturaleza.


Es un placer este parque tan verde y tan espacioso. La de veces que vengo por aquí en verano…!. pero hoy me parece más bello que nunca.


Bajo el monte Olárizu está La Casa de la Dehesa, antiguamente dedicada al uso ganadero y rural, constituye actualmente uno de los principales equipamientos ambientales del Anillo Verde y de Vitoria. Alberga las dependencias técnicas del Centro de Estudios Ambientales, muy cerca del botánico y huertas donde los aficionados cultivan sus plantas.


Se acerca la hora de vuelta, con pena de no contar con más tiempo…saludo a unos amigos y cada uno vuelve a su casa a seguir el confinamiento.

Estas campas siempre me recuerdan a los polacos que se establecieron en la Batalla de Vitoria que suele celebrarse en la ciudad cada dos años. Esta vez todo está en silencio.


Ya vuelvo hacia mi casa por “los puentes de Madison” vitorianos. He tardado 1 hora.


Regreso a Borinbizkarra con las postales habituales de mi entorno. Han sido 14 km en total sin desnivel.


Nota: La ciudad de Vitoria está rodeada por un carril bici de 32 km.




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