Dispuesta a aprovechar mi ratito de la mañana, el primer día del primer paseo sin
vigilancia…día despejado y a penas frío en nuestra Siberia-Gasteiz, tan conocida por bajas temperaturas para los acostumbrados a la brisa de mar en este 2 de mayo
de 2020…"Me robaron el mes de abril” pero
no estoy dispuesta a que nadie me quite el mes de mayo…!
Salgo de casa en bicicleta a las 9 h por el carril
bici de Borinbizkarra por donde he pasado mi confinamiento.
Este ha sido mi rincón inspirador tipo “patio de
cárcel”, que dejo atrás, mi zona “cero”.
Atravieso los bonitos puentes de Zabalgana por donde
pasa el arroyo Armentia, para mí como si fueran los Puentes de Madison con Clint Eastwood y Meryl Streep.
La ciudad todavía dormida mientras que los
deportistas nos incorporamos al anillo verde por diferentes frentes,
corredores, paseantes, ciclistas, camisetas de colorines que alegran el
paisaje...
Pasamos cerca de Armentia sin subir al santo y
bordeamos Mendizorroza encaminados a las campas de Olárizu por el carril bici.
Llegamos a la balsa (520 m), frente al monte Olárizu/Santakuruzgana (709 m), que los más madrugadores han subido,
para mí es como estar en Pirineos junto a un ibón, el de nuestra ciudad green… Suelo sentarme a leer en este rinconcito pero
hoy apetece soltar la piernas con la bici.
Me voy perdiendo por los numerosos senderos
acondicionados, sin rumbo fijo, sólo quiero sentir el sol en mi cara y el aire
y la libertad.
Hay zonas húmedas y escondidas que son las más
bonitas, siempre agradables al paseo entre naturaleza.
Es un placer este parque tan verde y tan espacioso.
La de veces que vengo por aquí en verano…!. pero hoy me parece más bello que
nunca.
Bajo el monte Olárizu está La Casa de la Dehesa, antiguamente dedicada al uso ganadero y
rural, constituye actualmente uno de los principales equipamientos ambientales
del Anillo Verde y de Vitoria. Alberga las dependencias técnicas del Centro de
Estudios Ambientales, muy cerca del botánico y huertas donde los aficionados
cultivan sus plantas.
Se acerca la hora de vuelta, con pena de no contar
con más tiempo…saludo a unos amigos y cada uno vuelve a su casa a seguir el
confinamiento.
Estas campas siempre me recuerdan a los polacos que
se establecieron en la Batalla de Vitoria que suele celebrarse en la ciudad
cada dos años. Esta vez todo está en silencio.
Ya vuelvo hacia mi casa por “los puentes de Madison” vitorianos. He tardado 1 hora.
Regreso a Borinbizkarra con las postales habituales
de mi entorno. Han sido 14 km en total sin desnivel.
Nota: La ciudad de Vitoria está rodeada por un
carril bici de 32 km.
Muy bonito el recorrido que propones.
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