Recorrimos el circuito de
trekking de Huayhuash en el año 2005 y aunque prometí escribir una crónica sobre
el viaje, nunca lo hice. Tenida en cuenta la coyuntura actual quizá haya
llegado el momento.
Este trekking, gracias a su ambiente
de alta montaña, podría considerarse uno de los más espectaculares, o eso nos pareció
a nosotros. Lo recorrimos en diez etapas durmiendo en tiendas de campaña y sin
apenas gente, todo un lujo.
Recuerdos de este viaje nos
quedaron muchos y variados como el sonido del hielo al romperse de los
glaciares, las largas partidas al ahorcado dentro de la tienda mientras fuera nevaba
sin parar, el susto al encontrarse un hombre armado a caballo haciendo guardia al
salir de la tienda por la noche… pero sobre todo sus gentes, sus paisajes y sus nevados.
La cordillera de Huayhuash, que en quechua significa comadreja o ardilla andina, se sitúa en el
centro de Perú y entre finales de los años ochenta y principios de los noventa permaneció
cerrada al turismo debido a que la guerrilla Sendero Luminoso se escondía ella.
La cordillera de Huayhuash junto
con la de Huallanca es la continuación hacia el sur de la Cordillera Blanca, y
aunque ésta última concentra el mayor número de montañas de 6000 metros
es en Huayhuash, con 12 cumbres de más de 6000 m y unas 110 de más de 5000 m, donde
la densidad es mayor.
Alguna de estas montañas, como Yerupajá, Suilá o Jirishanca, junto con sus protagonistas forman parte de la mitología montañera.
Sus nevados se elevan verticales, desafiantes, como bellas pirámides esculpidas en hielo y roca. Lagunas de un azul intenso como la de Carhuacocha, Suilacocha, Viconga, y un largo etc. salpican sus valles glaciares hoy dedicados al pastoreo.
La mejor opción para descubrirla es
recorrer el circuito que circunvala la mayor parte de la cordillera. Se trata
de un circuito exigente con pasos en altura pero que nunca defrauda.
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