Senda Micaela Portilla, Condado de Treviño (Burgos), en territorio
alavés. Sin contaminación ni industria, andar por caminos de arrieros es ahora todo un acto de rebeldía, entre campos de
labranza y sin cobertura ni cronómetro, en despoblados medievales por peste y guerras, por la ruta del
vino y el pescado (GR38).
La vuelta
a la naturaleza sin prisas y disfrutando cada rincón, redescubriendo caminos de
antaño que han perdurado hasta nuestros días. El símbolo del arbolito
dibujado nos va a acompañar en todo el trayecto, junto con explicaciones de cada
lugar. Se recorren paisajes especialmente queridos por Micaela, historiadora,
antropóloga, escritora y defensora del patrimonio alavés.
PR Micaela Portilla: 16.31 km, trazado
circular, 5 h, desnivel positivo: 430 m.
¿Qué nos
vamos a encontrar en esta bonita senda? Un PR circular, las cuevas de Laño y
Santorkaria, el bosque y pueblo de Laño, la ermita de Nuestra Señora de la Peña
dentro de una roca en Faido, las cuevas de San Miguel, una cantera abandonada de
arena blanca y el despoblado de Granados con ermita románica llena de leyendas.
Tiene tantos rinconcitos esta ruta que merece la pena detenerse en cada uno dedicándole todo el tiempo necesario incluso en varias jornadas. Es una ruta para hacer sin prisas, una vuelta al caminar clásico. Como decía Robert Moor en su libro En los senderos: “El camino es de quien lo hace”. Hay caminos longevos, que persisten con sabiduría porque conectan y llegan a algo. Los caminos sencillos liberan la mente, avanzan sin contratiempos ni equivocaciones, nos permiten observar con calma la naturaleza.
Tiene tantos rinconcitos esta ruta que merece la pena detenerse en cada uno dedicándole todo el tiempo necesario incluso en varias jornadas. Es una ruta para hacer sin prisas, una vuelta al caminar clásico. Como decía Robert Moor en su libro En los senderos: “El camino es de quien lo hace”. Hay caminos longevos, que persisten con sabiduría porque conectan y llegan a algo. Los caminos sencillos liberan la mente, avanzan sin contratiempos ni equivocaciones, nos permiten observar con calma la naturaleza.
Iniciamos
el recorrido en la ermita de Ntra Sra de la Peña en Faido: dentro de una
oquedad y llena de recovecos, con cuevas artificiales del s. VI.
En ellas
aparecen dibujos simbólicos en forma de árbol, al parecer se realizaban para
ejercer influencia bienhechora sobre el difunto. Es el símbolo de nuestro PR.
Nos
entretenemos en sus cuevas y rincones, de visita libre. Es la iglesia cristiana
más antigua del país vasco, declarada Monumento Nacional de Euskadi. En el municipio
de Peñacerrada – Urizaharra (739 m).
Para
entrar dentro de la iglesia hay que pedir cita al teléfono 945 101 070, tal como
pone en los carteles informativos, pero hay rinconcitos que son libres de visitar.
Cueva
sobre el tejado de la ermita.
Frente a
la ermita están las cuevas de San Miguel, menos visitadas y escondidas, quizá
más auténticas por pasar desapercibidas y más aisladas. Nos ayudamos de una
escalerita para subir.
Continuamos
la ruta desde el tejado mismo de la ermita, en un recorrido muy curioso y diferente a
cualquier otro. Vamos en dirección a las canteras de arena blanca, a través de
un bosque.
Tejado
de la ermita donde continua el PR por el sendero señalizado.
Este
rincón nos sorprende gratamente porque sus formaciones nos recuerda a la
Bárdenas. Un bonito paisaje lunar que el tiempo y la lluvia ha modelado.
Disfrutamos
caminando por estas dunas con formas caprichosas, en estas canteras se han
encontrado restos arqueológicos de dinosaurios.
Unas
escaleras de madera nos ayudan a bajar o subir a las canteras o la Capadocia de
Treviño. En este momento hay un escalón roto por eso lo han precintado pero no
impide el trayecto.
Cuevas
rupestres de Laño y Santorkaria: en el siglo VII eran viviendas, posterior
centro religioso eremita s. IX y s. X y más adelante se aprovechó su interior
como cementerio para enterramientos excavando tumbas. Una vez olvidadas en el s. XVI
las cuevas fueron establos para el ganado. Jose Miguel Barandiarán fue el
primero que estudió las cuevas de Faido y Laño en 1917.
Ambas se
encuentran a cada lado de la carretera. En las Cuevas de Laño hay una
ligeramente más apartada del resto: La
cueva de la Dotora. Cuentan las leyendas que vivió la última mujer de la
comunidad en la edad media, otros dicen que fue habitada por una mujer de Laño
hasta final de sus días. Son muy inspiradoras y realmente interesantes con
explicaciones de cómo vivían allí, numerosas y en buen estado, la imaginación
hace el resto.
Cuevas
de Santorkaria, frente a las cuevas de Laño.
Sepulturas
antropomorfas bien talladas.
Al
llegar a Albaina hay un centro social donde podemos tomar unas cervezas.
Seguimos nuestro camino por pista hacia la ermita románica de Granados. Antiguo
templo parroquial del despoblado que se cree desapareció por el cólera. Los
motivos de la despoblación son varios. En la Edad Media el principal azote eran
la guerra, el hambre y las epidemias de peste que acababan con el vecindario
entero. La peste negra en 1348 y la segunda epidemia más mortífera en 1348
diezmó la población.
“La gente corre
tanto
porque no sabe dónde va,
el que sabe
a dónde va,
va despacio,
para
paladear al ir llegando”… Gloria Fuertes
Nota: Condado de Treviño, territorio
burgalés, enclave histórico, situado en el corazón de la provincia de Álava, a
pocos kilómetros de su capital, Vitoria. Esta isla burgalesa tiene su origen en
los conflictos bélicos entre los reinos de Castilla y Navarra allá por el siglo
XII (entre los reyes Alfonso VIII de Castilla y Sancho el Sabio de Navarra). Geográficamente,
limita con la mayor parte de las comarcas naturales de Álava, como son la
Llanada Alavesa por el norte, los Valles Alaveses por el oeste y la Montaña
Alavesa por el sur y el este. Son conocidas las leyendas del misterioso pueblo
de Otxate sobre fantasmas.
Biografía
de Micaela
Portilla 1922-2005 Vitoria: fue una de
las historiadoras, antropólogas y pedagogas vascas más importantes del siglo XX
defendiendo el patrimonio alavés ante la ignorancia de la época. Autora de gran
cantidad de estudios y publicaciones, cabe resaltar su carácter pedagógico, que
compaginó con el de investigadora y divulgadora sus intervenciones siempre
llenas de entusiasmo, hechas tanto en salas de confortables butacas como en
humildes escuelas de aldea o a pie de autobús. Eran magníficas sus
explicaciones sobre caminos añejos (muy importantes en la obra de Micaela),
sobre ermitas todavía en pie o desaparecidas, sobre canteros o tallistas, sobre
linajes. Había una sabiduría grande y un don especial para explicar todas esas
noticias a la gente, con un sentido pedagógico incomparable. Profesora de escuelas durante 43 años, estudió
Magisterio y Filosofía y Letras y catedrática de
Escuelas Universitarias del Profesorado en Cádiz, Vitoria y Madrid. Gran
apasionada de la historia y el arte, conferenciante, colaboradora de prensa y
participante en coloquios y congresos, un centenar de publicaciones. Primera
mujer nombrada Doctora Honoris Causa por la Universidad del
País Vasco
Gracias M Cruz por mandarme tus fotos de la ruta y que te haya gustado tanto como a mí. De eso se trata, de dar a conocer estas bonitas rutas.
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