miércoles, 26 de febrero de 2020

Castillos que defendieron el reino de Navarra VIII. Ausa Gaztelu 901 m: la fortaleza de Aralar - Esther Merino


Punto estratégico en la Edad Media para el control del paso de mercancías y rebaños a través de la calzada de Enirio, que unía Guipuzkoa e Irurtzun. Protector del Txindoki (1346 m), los valles de Tolosaldea y Goierri, con interés una vez más por las montañas y nuestra historia unida a Sancho VII el Fuerte, Rey de Navarra en el siglo XII- XIII, cuando las provincias vascas pertenecían al viejo reino. Veremos, también, la heráldica del águila negra que usó como emblema éste rey.



Estamos en el Parque Natural de Aralar, en su límite norte, aún se conservan restos del castillo para la defensa del territorio navarro ocupados esta comarca y disputado contra los castellanos. Cuando ya se habían perdido los territorios de Araba, Duranquesado y parte de Guipuzkoa aún quedaban en pie y defendiendo el reino de Navarra Ausa Gaztelu en Larraitz y Jentilbaratza en Ataun.



Bonita y cómoda ruta, parte de Larraitz (401 m), Abaltzisketa, compartiendo el inicio con la misma ruta que el Txindoki. Seguimos la pista y ascendiendo por ella sin desvíos atravesamos pequeños arroyos y un sombreado bosque de hayas hasta el Collado de Errekonda (766 m), sólo queda el último y fuerte ascenso a la cima girando a la derecha donde ya se ve la elegante silueta de las peñas. Varios senderos nos acercan a la cumbre, o bien en zigzag o directos ladera arriba. Son 5 km de subida y cerca de 500 metros de desnivel.


Desde la base del castillo vemos la atractiva y pétrea silueta del monte Txindoki.


La roca se hace presente en esta cima, se aprecian tres niveles defensivos: un recinto exterior, una muralla, restos de aljibe y la torre circular. Desde arriba el paisaje nos invita a la vigilancia como aquellos soldados que controlaban el valle. En esta ocasión, no son los castellanos sino bordas y rebaños de ovejas que nos rodean.

La fortaleza es circular con muros de 1,5 m de grosor, subimos y bajamos por las piedras identificando las torres, muralla, paredes de piedra, argamasa y puerta principal.

Fotografía aérea de Iñaki Sagredo.

En 1.335 las tropas del señor de Lazkao, partidario del rey de Castilla, asediaron el fuerte navarro de Ausa y el Reino de Navarra perdió su fortaleza defensiva en el macizo montañoso de Aralar. Desde entonces no es más que un puñado de piedras y donde aún se suele ver la bandera navarra ondeando tras casi 700 años. En el aljibe encontramos un sello navarro y una placa.

Ya sólo nos queda descender por el mismo camino o subir el Txindoki esbelto y calizo que nos ha acompañado durante todo el trayecto, en este caso la ruta se alargaría bastante más.


Un poco más de nuestra historia: cuando hemos subimos a estos castillos nos hemos encontrado con un águila negra y la bandera navarra. ¿Qué representa éste águila real? 

Arrano Beltza / Aguila Negra, emblema del Rey Sancho VII el Fuerte de Navarra, (1194-1234).  Su origen se remonta a hace 800 años. Aparece en sellos históricos de principios del siglo XIII, negro con fondo amarillo y en banderas como composiciones heráldicas. Otra teoría, sobre su origen es que proviene de la dinastía vascona Ximena, el linaje de los monarcas navarros de origen vascón, símbolo primigenio de la territorialidad de Euskal Herria. Hay una nueva corriente, algo nostálgica y silenciosa, de seguir perteneciendo al viejo reino a través de motivos navarros, castillos y espadas en algunos jóvenes en camisetas y sudaderas, la memoria aún perdura: “para saber a dónde vamos es importante saber de dónde venimos…”








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