Hacía tiempo que no visitábamos
el valle de Ordesa, recordando la magia del lugar nos acercamos hacia allí. Una
vez tachados las cimas más habituales, es hora de empezar a rastrear otros
rincones desconocidos para nosotros. Con la mente puesta en hacer un poco de
fondo para el próximo reto, el WRC2019 de finales de Julio, nos decidimos el
sábado por la Punta Tobacor y el domingo por Pico Otal.
Aparcamos en Torla y subimos en
el autobús hasta la pradera de Ordesa. El camino de la pradera al refugio de Góriz
aunque conocido no deja de tener su encanto, sus bosques de hayas, las gradas y
el circo de soaso, con la cola de caballo y las clavijas de soaso. Hay
recorridos que nunca cansan.
De los llanos de Góriz, nuestro
objetivo se presenta a la derecha como una pirámide en la que se pueden
distinguir los distintos estratos que hacen de Ordesa una maravilla geológica. Una
vez llegados el refugio de Góriz tomamos dirección NO, siguiendo el sendero que
va hacia la brecha de Roland, hasta el llano y collado de Millaris (2457m),
donde unos sarrios nos aguardan refrescándose sobre un nevero.
A partir de aquí queda el tramo
menos marcado de la ruta por lo que es necesario que prestar atención y buscar los
hitos. Con niebla sería otra cosa pero gracias al esplendido día que tenemos no
tenemos ningún problema en encontrarlos. Sólo resta seguir las fitas que
pasando por el Pico de Millaris (2619 m) primero y recorriendo el cordal después,
nos llevan hasta la cima de la Punta Tobacor.
Gracias a su localización la cima
es un excelente mirador desde donde disfrutar del relieve del cañón, las
paredes verticales y de las vistas de las cimas cercanas, como Monte Perdido,
Cilindro, Marbore, y un gran etc.
Aquí dejo el track de la ruta.
Pico Otal (2701 m)
La esbelta silueta del pico Otal,
terminación de la sierra de Tendeñera, nos había atraído siempre y parece que
por fin había llegado el momento de conocerla. Una de las principales características
de esta montaña como pudimos comprobar es su formación kárstica, que nos
recordó a Picos de Europa en algunos momentos. Otro paraíso para los espeleólogos
con sus simas y cuevas heladas como la del Turbón que pudimos visitar.
La ascensión la realizamos por el
barraco del Turbón que nos eleva 1590m de desnivel en aproximadamente 4.5 km.
El inicio transcurre por un tupido bosque de boj hasta el punto donde cruzamos
en el barranco momento en el que poco a poco salimos a la Grallera del Turbón. Siguiendo
hitos llegamos a una preciosa sima en la que se observan las cuerdas de los espeleólogos
y un poco más arriba la cueva helada del Turbón.
A partir de aquí unos puntos rojos
y algunos hitos nos guían ayudándonos a cruzar la zona de karts. Atravesado el karst
nos dirigimos hacia el cuello del Otal (2351m). Seguimos una senda bien marcada
hacia el E que nos conduce hacia un resalte rocoso que no tiene ninguna
dificultad y que nos permite cruzar hacia el otro lado. Un rebaño de ovejas nos
recibe.
Nuestro objetivo es ahora
perfectamente visible. Siguiendo algunos hitos llegamos a la base del corredor
que nos dejará en la cresta cimera. El corredor no presenta grandes
dificultades salvo que al estar bastante descompuesto existe una gran
posibilidad de caída de piedras.
Superado el corredor sólo falta recorrer un
tramo de cresta algo aérea con algún pasito de trepada hasta llegar a la cima
del Pico Otal. De nuevo las vistas sobre el parque Natural de Ordesa así como de
la sierra de Tendeñera, Vignemale, Bernatuara son excelentes.
El descenso lo
realizamos por el mismo camino con una sonrisa en la cara y tristeza en el
corazón por tener que volver a casa. Mi niña interior grita ¡ME QUIERO QUEDAR AQUÍ!
El track de la
ruta aquí.
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