lunes, 2 de mayo de 2016

Bienvenida primavera, viejo tren de Artikutza, Zorrola mágico,.. - Miren Muñoz Trigo

Entorno mágico. Viejo puente y alrededores
 
Hoy me dejo llevar por el sonido del agua de la Erreka de Karrika. A las 10 de la mañana aparco el coche en Altzibar, Oiartzun, un viernes soleado y fresco de abril. Los vecinos apuran la semana, haciendo sus compras y descontando las horas de trabajo que les quedan hasta el ansiado fin de semana. Me dirijo por la carretera hasta el coqueto barrio de Karrika, percatándome de que hubiera podido dejar el coche aquí. Sus casas me saludan respirando aire puro; un grupo de niños, pequeños, diminutos, junto a su cuidadora, llaman mi atención, metidos en pequeños carricoches, dispuestos a pasar sus horas en la guardería, situada en una casa ya con años.

Un grupo de niños pequeños, diminutos, metidos en esos carricoches...

Poco a poco voy dejando el asfalto para dirigirme a la entrada de la pista que discurrirá paralela a la Erreka. Aquí hay un panel en el que se muestran las posibles rutas existentes en la zona. Me adentro ya en el bosque, siguiendo el sonido del agua y de los pájaros. La primavera me rodea. Pronto cruzo el primer puentecito y tomo el sendero que va por el otro lado del río, continuando paralelo al mismo. A ratos voy siguiendo la PR-GI-1007, la vieja vía del tren de Artikutza. Pequeñas cascadas, pozas transparentes, hayas y robles me rodean.
 
Voy caminando todavía por asfalto con la Erreka de Karrika a mi izquierda

Me encamino hacia el túnel de la vieja vía del tren de Artikutza

Atravieso un viejo túnel de la vía del tren, chapoteando el suelo embarrado y húmedo. A su salida, ese color verde brillante de las hojas recién nacidas vuelve a maravillarme. Un pequeño gamo se escapa de mí, ladera arriba, le observo dando saltos entre los troncos. Hay un antiguo puente sobre la Erreka que llama mi atención. El lugar es impresionante, mágico. Me dirijo justo al medio para observar en ambas direcciones el discurrir del agua, tranquila, sin estridencias, bañando las orillas y chocando con piedras y troncos caídos. Aquí no llegan apenas los rayos de sol; hay frescura y magia.
 
Erreka transparente con bonitas pozas

Desde el viejo puente de Zorrola observo el agua discurrir

Continúo en ligera pendiente hasta un poste indicador. Mi destino hoy es el Collado de Pilotasoro, dado que he empezado tarde y quiero volver a casa a comer, acortando la ruta que quería hacer. Tan sólo 3 kilómetros me separan de este sitio. Camino ya lejos del agua, ahora con el sonido de los pájaros y de algún perro de los caseríos dispersos alrededor. El sol me calienta en esta zona de menos arbolado, junto a esa brisa que me trae mil olores. Hoy es un día perfecto, ni frío ni calor, con la primavera que se muestra por todas partes.
 
Colores de primavera

Collado Pilotasoro

Pilotasoro, collado precioso y despejado, con vistas hacia las Peñas de Aia. Aquí decido picar algo y dar la vuelta por otro sitio, que me indica ya Karrika a 5 km. Vuelvo haciendo un pequeño bucle. Paso junto al cromlech de Arritxurieta, en un impresionante lugar, continuando por bosque hasta las inmediaciones de Zorrola, el viejo puente, la Erreka y mi sitio mágico. Desde aquí continúo por el mismo camino hasta llegar de nuevo a Karrika, donde ya no hay niños ni gente...es hora ya de comer. Termino pues esta mañanera de poco más de 3 horas y unos 12 kilómetros, a un paso de casa.
 
Vistas desde el collado Pilotasoro. Peñas de Aia...
 
Cromlech de Arritxurieta
 
Volviendo hacia la Erreka de Karrika, colores que envuelven...


 

1 comentario:

  1. Kaixo, la gozaste, si !!!
    Le estás cogiendo el truco a las "Piedras" ...
    Agur.

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