Pedraforca, la montaña de la bonita silueta - Miren Muñoz Trigo

Cima del Pedraforca (Pollegó Superior, 2506 m)

(Foto Carlos Hernando)

Berga, Barcelona. Un día cualquiera del mes de julio. Nos dirigimos en nuestra autocaravana hacia Saldes, para llegar hasta el Refugio Gresolet donde comenzaremos la travesía "Cavalls del Vent", entre refugios, por el Parque Natural Cadí-Moixeró...y la ví... Se me presentó rotunda, sólida, inmersa en roca, el Pedraforca. Su vista era espectacular. Esas 2 puntas de roca con la pedrera en la mitad. Me quedé prendada de aquella montaña.

Mi vista preferida del Pedraforca, con la Tartera de bajada.

Pasamos 4 días caminando por la ruta, visitando sus 8 refugios aunque dormimos en 4 de ellos: Sant Jordi, Niu de L'Aliga, Cortals de l'ingla y Lluis Estasen. Culminamos con éxito el recorrido, pasando por preciosos pinares, robledales, hayedos... El calor no nos abandonó ningún día, terminando en los refugios unas horas antes de comenzar la diaria tormenta. Preciosa y recomendable ruta, sin ninguna duda, aunque aquí me centraré en esa hermosa montaña.

Último día. Llegamos al Lluis Estasen donde dormimos después de contemplar una de las más espectaculares tormentas que habíamos visto en la vida. Bajó la temperatura unos graditos, de agradecer, ya que llevábamos todos los días sudando a mares. Ni las sucesivas tormentas que caían por las tardes hacían que la temperatura bajase algún grado (algún día sólo tronó alrededor, cayendo cuatro gotas). Solos en un refugio de 80 plazas y en pleno mes de julio.

El Pedraforca desde el Comabona, no es lo mismo pero sigue siendo preciosa

Llegó el momento del "montañón". Al día siguiente, a las 8 de la mañana nos pusimos en marcha para ascender al Pedraforca, de 2506 metros. Teníamos 900 metros de desnivel. Hacía fresco y la humedad lo invadía todo. Por bosque, fuimos avanzando a buen ritmo. Nos acercábamos poco a poco al Col de Verdet (2250 m), siguiendo en todo momento unas marcas amarillas y blancas. A partir del Col las marcas a seguir eran sólo amarillas. Las vistas ya embriagaban. De vez en cuando se colaba la niebla en la roca, y las figuras que caminaban por la montaña se difuminaban. 

Hacia el Col de Verdet , el sol comienza a calentar, pero está todo tan limpio...

Col de Verdet (2250 m)

Roca blanca, preciosa. Pasos de II y poco de III grado, con buena adherencia y huecos para los pies. Nuestra marcha, alegre. Una gozada todo el tramo entre rocas, avanzando, jugando, no queriendo que acabasen esos minutos...Por fin, la cumbre, en poco más de 2 horas y media nos encontramos en lo más alto, divisando a lo lejos el refugio, diminuto. 

Entre el caos de piedras y al fondo grandes rocas cerca de la cima. (Foto Carlos Hernando). 

Desde la cima, Refugio Lluis Estasen, diminuto...

Seguimos en descenso buscando la pedrera o "tartera", hasta que llegamos a "La Enforcadura". Enfrente, devuelvo la vista hacia Berga, desde donde 5 días antes la imagen de esta montaña me había enamorado. Tengo la pedrera bajo mis pies. Volvemos a seguir las marcas blancas y amarillas deslizando y clavando los talones en fuerte pendiente mientras voy despidiéndome de esas "moles" que ya quedan atrás. La pedrera da lugar a sendero estrecho que serpentea salvando desnivel rápidamente. Nos volvemos a adentrar en el bosque que poco a poco nos lleva hasta el refugio, donde recogemos el peso que habíamos dejado y continuamos hasta Gresolet, inicio y fin de 5 magníficos días.

Grandes rocas bajando hacia la Tartera

Bajando hacia la pedrera, me siento diminuta ante tanta inmensidad

(Foto Carlos Hernando)

Tartera, vamos bajando poco a poco, dejando atrás "La Enforcadura"

(Foto Carlos Hernando)

Nos dirigimos hacia Bagá y al día siguiente pasamos de nuevo por Berga, saludando al Pedraforca, que con su rotundidad nos vuelve a mostrar su bella silueta. Continuamos hacia Gósol, bello pueblo, desde donde la figura de la montaña cambia por completo, parece otra...

...Siempre me quedará esa imagen de montaña única...