Mayo 2012. Ahora empieza a ser buena época para poner a punto la bicicleta e ir a recorrer caminos con historia o sin ella. Los campos ya están verdes y las flores lo tapizan todo, por lo que paisajes como los de Castilla ya están, o estarán en breve, saturados de colores. Hace tiempo que le tengo el ojo puesto al Canal de Castilla, no tiene especial dificultad técnica, más que lo duras que pueden llegar a ser las etapas si se hacen pocas y se está poco acostumbrada a esa modalidad deportiva.
Vamos a dividir el recorrido en dos y lo iniciaremos desde Valladolid. Lo normal es hacerlo desde Alar del Rey, que es donde se inician las obras del canal. Prácticamente no hay desnivel positivo realizándolo de esa forma, pero se me mete en la cabeza que quiero hacer por lo menos ese pequeño desnivel y la manera es empezando donde normalmente se finaliza. La travesía será de Sur a Norte, pasando la noche en Boadilla del Camino, desviándonos unos casi 6 km de Frómista. La primera etapa constará de unos 85 km aprox. y la segunda unos 66 km, contando esos km de más para ir a Boadilla. El desnivel a superar en los dos días será de 150 m, aún así, no habrá ningún momento en que la bici vaya sola y tendré que pedalear íntegramente los 150 km de los dos días. Una actividad que no voy a olvidar con facilidad.
Esperando el tren en Alar del Rey
Hemos dejado la furgo en Alar del Rey (Palencia) y cogeremos el tren hasta Valladolid donde iniciaremos la primera etapa. Visto lo visto, me alegro mucho de haber elegido el recorrido en ese sentido. Sin querer desmerecer nada, me ha parecido muchísimo más bonito el paisaje del norte que el del sur y dejar, en los primeros kilómetros, las zonas más desiertas y menos atractivas de todo el trayecto Cruzamos la ciudad de Valladolid en busca del inicio de esa magna obra de ingeniería. Damos con el primer mojón y con muchísima ilusión empezamos la ruta. La temperatura es muy agradable y el día, aunque había amanecido amenazante en el norte, está radiante. Dos días enteros para disfrutarlos como se merecen.
El objetivo principal para la construcción de ese canal fue la de servir de transporte agrario, entre la región de Tierra de Campos y la cuenca fluvial del Duero. Castilla era la primera productora de cereales y debían encontrar un medio para poder trasladarlos. Esta gran obra pública se construye en el S. XVIII ideada por Fernando VI y su ministro el Marqués de la Ensenada. En el proyecto inicial se pretendió que semejante construcción atravesara la Cordillera Cantábrica y llegara al Cantábrico por el Puerto de Santander, pero no llegó a término.
Las obras de este colosal proyecto hidráulico se iniciaron en 1753. En 1828, el dinero público no alcanzaba para seguir adelante por lo que Fernando VI lo asignó a una empresa privada para que pudieran continuar con la obra. Se finaliza en 1849, casi 100 años después!! y fue entre los años 1850 y 1860 su época dorada, cuando más uso navegable se dio a ese canal. Con los años, al construirse la línea de tren paralela al canal dejó de ser útil como vía de transporte. No sólo fue una alternativa de tránsito sino también una buena opción de regadío. En total, la infraestructura recorre 207km que están divididos en 3 ramales: Norte, Campos y Sur.
El Norte cuenta con 27 esclusas y 74 km, Campos con 7 esclusas y 78 km y el Sur con 18 esclusas y 54 km. El desnivel positivo total (Valladolid-Alar del Rey) es de 150 m. Las esclusas se empezaron a construir (Alar del Rey) en forma obalada y se terminaron rectangulares debido a que, cuando se privatizó a la empresa que lo llevó a cabo, le resultaba mucho más económico. Existen unos 70 puentes (de un sólo arco) que lo atraviesan, 25 de ellos independientes de las esclusas. En total encontraremos 14, cuatro de ellos en el sur y diez en el norte.
Este primer día va a ser largo, al menos para mí que no estoy acostumbrada a ir encima de una bici. Las ciudades o poblaciones principales por las que vamos a ir pasando son: Valladolid, Dueñas, Palencia, El Serrón, Calahorra de Ribas y Frómista. Una vez en Frómista nos desviaremos unos 6 km para llegar a Boadilla del Camino, que es donde queremos pasar la noche. El lugar es precioso y con mucho encanto, merece la pena llegarse hasta ahí para pernoctar, más tranquilo que Frómista, aunque con gran actividad de peregrinos en estas fechas. No vamos a encontrar a prácticamente nadie en el recorrido. El paisaje cada vez es más bonito y variado y los kilómetros van a empezar a hacerme mella en las nalgas. Casi en la mitad de la ruta me entraron ganas de tirar ese velocípedo del demonio al canal y seguir a pie...... pero me había comprometido, así que seguí, callada en muchas de las ocasiones y protestando en otras. Pero en el lío me había metido yo solita.
Primeros kilómetros
Puente sobre el canal
Llegando a Boadilla
Nos queda poco para llegar a Boadilla del Camino. Kilómetros que se me harán eternos. Al llegar me disgusté muchísimo. La habitación que habíamos reservado se la habían dado a otros que habían llegado antes que nosotros. No llevábamos nada encima, más que la ropa del día siguiente y la bici, y no había otro sitio donde cenar y dormir. Nunca en mi vida habría imaginado mi reacción al llegar allí completamente extenuada. Me eché a llorar impotente y tuve que contener las ganas de borrarle de un puñetazo la sonrisa de la cara a la persona que nos atendió. No sirvieron de nada las mil y una disculpas que nos dieron, eso se me ha quedado ahí, clavado para siempre. Y aunque nos pusieron un colchón en el suelo y nos hicieron hueco como pudieron (sólo hubiera faltado que nos dejaran en la calle) no me consoló en lo más mínimo. He de decir que se deshicieron en atenciones hacia nosotros, pero es difícil borrar esa emoción tan intensa.
Nos duchamos, cenamos estupendamente bien, todo hay que decirlo, y dormimos entre una manada de osos que no nos dejaron pegar ojo en toda la noche. Eso incrementaba la frustración tan grande que albergaba dentro de mí y que hoy por hoy todavía aflora. Aunque no puedo dejar de sonreír al recordarlo, son esas cosas las que curten en la vida. De agradecer el analgésico que me dieron para que pudiera seguir el camino, montada a lomos de mi compañera de viaje, en la segunda etapa que todavía nos quedaba por delante.
kaixo,
ResponderEliminarHe estado 2 veces en el canal de Castilla. Empezamos en Alar del Rey, La primera vez, todo funcionó bién, el barquero nos pasó en la barca y las oficinas de turismo estaban abiertas. Sin embargo la segunda vez,,, no había oficina de turismo, no había barquero, tuvimos que pasar el río por encima de la vía del tren. El camino estaba bastante mas deteriorado. Me gustaría que me dijeras cómo lo habeis encontrado ahora. De momento, por lo que te he leido, la primera noche bastante desastrosa. Espero que la cosa vaya a mejor.
Saludos
Mariu
Mariu, hablas del tramo donde está la presa de San Andrés, dónde se ve a mi compañero pasando con la bici el puente del tren?
ResponderEliminarHicimos esa ruta en mayo de 2012, como pone al principio, en dos años no se como estará. Entonces no me pareció en mal estado, solamente tuvimos que desviarnos antes de llegar al acueducto de Abánades porque el camino estaba mal, creo que había habido algún desprendimiento (hoy día imagino que estará más que solucionado el problema). Poco antes de llegar a la presa que te he comentado el camino no estaba muy claro, era algo confuso. En ningún momento vimos oficinas de turismo, ni barqueros, pero en general el camino muy bien. La primera noche fue desastrosa porque llevaba en mente una idea, si se que tengo que dormir en el suelo, como muchas veces he hecho pues no pasa nada, pero mosquea mucho cuando ya te has imaginado lo bien que vas a dormir, jajajajajajajaja En fin.....
Mariu, creo que me he colado, la foto de las vias del tren que te digo corresponde a la segunda parte y todavía no se ha publicado. No se a que te refieres. Ya verás la segunda parte, sólo tuvimos que pasar paralelos a las vías en ese tramo y en ningún momento tuvimos necesidad de barquero.
ResponderEliminarUn abrazo.