lunes, 26 de noviembre de 2012

Euskal Herria Oinez (EHO). De Donibane Garazi a Maule - Miren Muñoz Trigo



Por el bosque camino del Collado de Napal

Etapa 7. Donibane Garazi-Irati. “Esta vez nos falta el agua…” 

Pasó el varano, dos meses de inactividad en esta vuelta a Euskal Herria. Comienza el mes de setiembre y poco a poco vamos “calentando motores”, tenemos cita en Behenafarroa, en su capital Donibane Garazi, ciudad de peregrinos, con mucha historia entre sus muros. Sale un día completamente despejado, como ningún otro domingo en el que, kilómetro a kilómetro, vamos andando por esta entrañable orografía. 

Por las calles de Donibane Garazi

Comenzamos como siempre, cerca de las 9 de la mañana, los dos autobuses repletos de gente que “vive” esta vuelta. Esta vez no llevamos paraguas ni capas, estamos en verano. Después de atravesar el pueblo de Zaro, y pasando un bosque húmedo que nos da frescor ya que el día es caluroso, llegamos a la zona de Handiamendi y más adelante cruzando unos terrenos vallados. Ya se divisa la cima de Gatarre (761 m), a la que ascendemos sudorosos y con las cantimploras perdiendo poco a poco el líquido elemento. Se nos está presentando un día bastante duro de calor y nos va a pasar factura. Llevamos dos horas y media. El paisaje es precioso, cimas de Irau, Behorlegi, en la lejanía el Orhi, montaña muy querida en Euskal Herria, el Pirineo vasco a lo lejos…Bajamos a la pista que hemos abandonado anteriormente y llegamos poco después al dolmen de Buluntza, perfecto, dando armonía al paisaje de alrededor. Un poco más tarde llegamos a la carretera que sube al puerto de Burdinkurutzeta, desde donde divisamos Saroberri y Okabe, cimas que poco después ascenderemos. 

Aprovechando el frescor de la mañana camino del Gatarre

Paralela a la carretera, y bajo una “torrija” considerable, cogemos una pista que nos lleva a la Capilla de Salbatore (920 m), precioso entorno, con una fuente de la que no se podía beber, tan sólo remojarse la cabeza para mitigar el calor. Resulta que llevamos todas las etapas con agua, y este día era lo que estábamos ansiando continuamente. 

La gente llega asfixiada. Más de uno decide no seguir y esperar a que los autobuses de vuelta pasen por allí. 

En la Ermita de Salbatore aguantando el calor

Seguimos a ritmo cansino por la ladera herbosa de la cresta de Peredikahegi y para entonces un grupo de gente deja la etapa y baja a Irati directamente, el resto seguimos hasta pasar la cresta y encarar la cima de Okabe (1400 m), admirando poco antes la colección de crómlechs de la zona de Ilharrita, necrópolis considerada como el punto álgido de la prehistoria de Euskal Herria. De la cima de Okabe al Txalet de Pedro (Irati) donde nos esperan los autobuses, en suave bajada, nos faltan tres cuartos de hora. En total nos “tragamos” 29 kilómetros en casi 9 horas y 1900 m. desnivel acumulado. 

Necrópolis  de Ilharrita con sus numerosos crómlechs


Etapa 8. Puerto de Burdikurutzeta-Arla. “Completamente encharcados…” 

Preciosidad de etapa, a destacar la Selva de Arbailleta, espectacular y poco agredida. 

Lomas verdes a atravesar hasta Ahuzki

Tuvimos que aplazar el día de la salida, 21 de octubre, al jueves 25, por alerta naranja por lluvias en la zona de Irati. El agua no nos quiere dejar en esta aventura durante el año 2012. A pesar del aplazamiento, comenzamos luciendo nuestras maravillosas capas y paraguas, otro día más, en el alto de Burdinkurutzeta. Ya estamos en Zuberoa, moviéndonos bastante en la muga entre las dos provincias. Subimos al Mendibel (1411 m). En esta etapa partimos de zona alta, tenemos poco desnivel en subida y bastante en bajada. 

Presencia en las múltiples lomas

No logramos ver apenas nada desde la cima. Se intuye ese paisaje tan hermoso de lomas verdes, valles con casitas desperdigadas y prados, y al fondo, asoma el Orhi, altivo, y más atrás se pueden ver entre la niebla los picos del Pirineo navarro. Estamos mojados, seguimos caminando, divisando cuando las nubes nos permiten ver el Pico Behorlegi cercano y Okabe, ya ascendido bajo ese sol aplastante en la etapa anterior. 

Contraluces en la Selva de Arbailleta


Media horita mojada más tarde llegamos al Txardeka (1440 m) y seguimos sin ver demasiado paisaje hasta que entramos en Zuberoa, de nuevo subiendo al pico Artanolatze (1530 m). Llegamos al collado de Aransus cuando llevamos tres horas de caminata, después de haber pasado por una carreterita en la que varios 4x4 de cazadores nos dieron los “buenos días”. Época de caza, pero no había nada que hacer. Un día en el que no nos molestaron esos disparos al cielo en nuestro caminar. Empezamos a tener algo de hambre. Divisamos entre la niebla los edificios del Albergue y Baños de Ahuzki, que eran utilizados a mediados del siglo XIX. 

Paramos para comer algo justo cuando la lluvia nos abandona del todo. Además, es imposible entrar ya que está repleto, son las 13,30 h del mediodía. 


Cerca de Arla, el otoño despunta y las nieblas se disipan

Después de media hora departiendo a gusto con el personal y ya secos, afrontamos la cima del Bohokortia (1214 m), que está justo encima de los edificios, pasando por la fuente de Ahuzki, de propiedades medicinales. Desde la cima de esta montaña se nos abre la vista hacia la Selva de Arbailleta y hacia las cimas de Beltxu y Zaboze. Unos tímidos rayos de sol nos calientan lo suficiente para que todo se nos seque poco a poco y comencemos a charlar en grupos de forma más distendida y relajada. Arbailleta es una maravilla. De origen calcáreo, tiene numerosas simas, grutas y ríos subterráneos. La atravesamos admirando sus enormes hayas, con los colores del otoño y los rayos de sol colándose por sus ramas. Pasamos cerca del lugar donde hay unas escaleras viejas e inservibles, que llevan a la gruta donde se encuentra el nacimiento de La Bidouze, a donde accedemos siguiendo un sinuoso sendero. Una vez visitado el lugar y después de un precioso paseo paralelos al río, llegamos al enclave de Arla (248 m), después de 8 horas y 24 km, con un fuerte desnivel en bajada de casi 2000 m acumulados. 

Etapa 9. Arla-Maule. “Siguiendo caminos de barro…” 

Si hay algo que puede definir esta etapa, aparte de la lluvia, incondicional compañera, es el barro que al final hizo que llegásemos a los autobuses, después de 7 horas, con la “plasta” en nuestras botas. 

Comenzamos como siempre, con esta ilusión tremenda que llevamos a todas las etapas, en Arla, junto al parking donde tres semanas antes nos recogieron los autobuses. Ya estamos en Zuberoa aunque “rozamos” todavía Behenafarroa. Hace buen tiempo a las 9 de la mañana, incluso calor. Los bosques están en su mejor momento de colorido y las pequeñas nieblas se van disipando mientras nos encaminamos hacia el Collado de Napal, por bosque y pistas, algunas asfaltadas. Este collado vuelve a ser muga entre Behenafarroa y Zuberoa. A las dos horas de empezar llegamos a la cumbre de Elaudi (700 m) y vemos que nos vienen encima todos los frentes del mundo, comemos rápidamente y sacamos el “kit” de la EHO, ese kit que nos ha acompañado en 8 de las 9 etapas por las tierras de Iparralde. Bajamos al collado de Ehutza ya calados y divisamos, como siempre, las cimas del Pirineo cercano y las que vamos recorriendo en este paisaje tan bonito. 

Grupo encaminándose a la Capilla de San Antonio (izquierda)

Pistas entre caseríos y cimas redondeadas y verdes. Nos aproximamos a la Capilla de San Antonio, pintada de blanco y con su torre trinitaria, tan común en estas tierras suletinas. No podemos admirar el paisaje ya que no para de llover, así que nos movemos hacia la siguiente parada, que será en otra capilla, la de San Gregorio, esta vez la lluvia nos da una tregua que parece definitiva pero nos deja el barro como inseparable compañero. Después de andar un poco pegados al suelo, divisamos a lo lejos el valle donde se encuentra Maule, capital de Zuberoa, apenas a 140 m sobre el nivel del mar, adonde llegamos después de una etapa de 7 horas y 22 km. 

Hemos pasado ya por las tres capitales de Iparralde y vamos camino, ya en el 2013, de adentrarnos en tierras navarras, después de pasar por parajes tan bonitos como Sta Grazi, próxima a las gargantas de Kakueta. 


Maule en el Valle…


Terminamos el año contentos por haber logrado nuestro objetivo, llegar a Maule, sin ningún contratiempo y con esta gente maravillosa con la que da gusto caminar. Hasta febrero no retomamos de nuevo esta vuelta entrañable, para llegar a Tardets (Atharratze) y continuar mes a mes, paso a paso, hasta culminar este bonito proyecto, unir las capitales de Euskal Herria por montañas y valles. 



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