La Diputación alavesa terminará en septiembre de acondicionar los 66,68 kilómetros del Camino Real de la Sopeña que discurre «en línea paralela a la Sierra Salvada uniendo Orduña con la medieval villa de Artziniega». Recorre las localidades situadas debajo de la sierra y pasa por Lendoñogoiti, Añes, Sojo y Sojoguti. Permite, además, acercarse a Menoyo y al conjunto monumental de Quejana en su recorrido por Ayala, Artziniega, Amurrio y Orduña. La ruta enlaza, asimismo, con la Senda del Pastoreo que lleva a los altos de Sierra Salvada «a través del histórico Portillo de Aro». Finalmente, se suma al parque lineal del Nervión que se está acondicionando entre Llodio y Amurrio.
Cuando esté concluido, el sendero entrará a formar parte de la red de vías verdes de la Diputación alavesa con el nombre de 'GR 284 Camino Real de la Sopeña'. Se han mantenido contactos con las localidades que se verán afectadas por el trayecto para recoger sus aportaciones y mantener la actividad, pese a que en la actualidad «existen cierres, privatizaciones y abandono del antiguo recorrido. Aparecen y desaparecen elementos por el camino que son necesarios recuperar para su puesta en valor», según el informe foral.
De momento, existe un tramo entre Añes y Sojo que es transitable y que constituye un ejemplo de la puesta en valor del camino, que durante la Edad Media fue «un eje neurálgico de comunicación». Los restos que quedan del camino se limitan a algunos topónimos, como 'Venta Fría' en Lendoñogoiti o ' Pozo Portillo' en Oceka, que sirvieron para «proporcionar agua o víveres a arrieros y mercaderes». También se pueden encontrar cerca de lo que fue el Camino Real monumentos megalíticos en el Alto de las Chozas, Oletar y Añes.
Mientras fue Camino Real, el recorrido que se va a recuperar en Ayala permitía el paso de carros y bueyes que se dirigían a las ferias de Orduña, Quejana y Artziniega, de gran importancia en aquella época. Empezó a decaer cuando se abrió la comunicación entre el valle de Ayala y el de burgalés de Mena a través del Txarlazo y con la apertura de la ruta por la que ahora discurre la carretera del puerto de Orduña. Su trazado permitía el paso de carros más grandes.
Interesante para montañeros, amantes de la naturaleza y las viejas costumbres... sobre todo si son indígenas del lugar. PER BAT
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