Joana frente al objetivo
Dicen que la felicidad del ser humano es la realización de muchos pequeños sueños. Este fin de semana, Joana y yo fuimos testigos de nuestra propia felicidad completando dos pequeños sueños que pensábamos casi inalcanzables.
Nos lanzamos el viernes hacia el Valle de Pineta para dormir allí y estar tranquilos de cara a lo que se nos vendría por delante. El sábado empezamos nuestra ruta subiendo al Balcón de Pineta donde plantaríamos la tienda. La subida por el Balcón se hace dura y larga, son 1200 metros de desnivel y con las mochilas muy cargadas.
Subida al Balcón de Pineta
Nevero en el Balcón de Pineta
Hacemos noche en el "Campamento Base" y el domingo afrontamos la subida por la cara Norte. Con un tiempo inmejorable y buena nieve nos dirigimos hacia el primer corredor. Lo pasamos fácilmente y con muchas ganas. La huella de la gente que ha pasado por aquí antes hace que sea más fácil la ascensión.
La ruta
En el primer corredor
Salidos del corredor afrontamos una pequeña travesía por el Glaciar Inferior. Para entonces ya ha amanecido y las vistas son imponentes. A partir de aquí empieza lo más duro. Pasamos la rimaya bien cubierta de nieve y entramos en el segundo corredor. Esto se empina bastante y decidimos sacar la cuerda para subir más tranquilos. A mitad de corredor nos encontraremos con unos pasos en hielo que está deshaciéndose a toda velocidad. La roca está casi a la vista pero no tenemos mayores complicaciones para pasarlo.
Primer corredor
Encordados en el segundo corredor
La salida del corredor te deja en un pequeño hombro desde el que vemos ya la cima. Sólo nos restará una dura pala de 100 metros para alcanzar la cima del Monte Perdido (3.355 metros). La felicidad es inmensa y estamos muy contentos, ¡emocionados diría yo!.
Última pala
Joana y Josemi en el Monte Perdido (3355 m)
Cilindro (ruta de bajada)
Tras permanecer una hora en la cima decidimos empezar el descenso. Vemos que se empieza a formar alguna nube de evolución por la zona del Cañón de Añísclo y eso no nos gusta. Bajaremos por la Escupidera hasta el Lago Helado y lo bordearemos por el norte para dirigirnos hacia el Collado del Cilindro.
Bajando con cuidado
Aquí la escasez de nieve es evidente y pasamos algún apurillo al intentar seguir a dos montañeros franceses que se han metido por un sitio no muy fácil. La mejor decisión hubiese sido seguir el camino normal de verano, pero atravesamos un nevero que no tenía continuidad y nos tocó hacer algún paso por roca. Desde aquí sólo nos restará bajar por la vía normal que nos llevará hasta nuestra tienda. Antes tendremos que realizar un rapel para salvar la primera faja de rocas del primer glaciar.
De esta forma y bajo una pequeña llovizna, llegamos a la tienda con el primer objetivo ya cumplido. Recogeremos todo y haremos las mochilas para lanzarnos Balcón abajo. Será una bajada dura y larga. Estamos bastante cansados y las mochilas siguen pesando. Con mucha calma y con la felicidad que nos embriaga, llegamos a la furgoneta después de casi 15 horas de dura ruta.
Muy bien Josemi, ya veo que le vais sacando partido al curso que hicimos....
ResponderEliminarun abrazo
Eskerrik asko Martin. Ya ves que algo seguimos haciendo y era una oportunidad casi única de poder hacer la ruta.
ResponderEliminarFue fantástico y, por supuesto, que puse en práctica lo que me enseñaste. Ya sigo también tus aventurillas y me alegro mucho de cómo te va ;-))
Saludos!!
Yo voy este fin de semana que viene con alumnos, me ha venido muy bien tu info,muy completa.
ResponderEliminares una de las mejores vias clasicas de alpinismo de Piri, sin duda.
me alegro que la disfrutarais a tope.
para mi como guia es lo mas bonito,que consigais poner en practica lo aprendido por vuestra cuenta!!!