En el espacio natural de montaña Quinto Real - Kintoa, nombre que proviene del impuesto que debían pagar los habitantes a la corona, un quinto de sus bienes, se pueden completar preciosas travesías de montaña. El escenario se conserva y solamente hay carreteras o pistas, las necesarias, para llegar a los caseríos o bordas de altura, pero que pueden evitarse utilizando los viejos caminos.
Hacía años que no caminábamos por esta orografía de libertad,y seguir la línea del cordal pirenaica de montaña, pisando sus cimas, es un placer si se completa con un día brillante y soleado como el que escogimos la semana pasada. También esta sucesión de cimas se la conoce como “ultrapuertos”, por los collados-puertos que se atraviesan surcando valles.
Para penetrar en él utilizamos la vía del norte, Iparralde, Benafarroa, por el incomparable y bucólico valle de Aldude, y trazamos sobre el mapa una ruta desde Esnazu, en las primeras rampas del puerto de Urkiaga, para, en circuito sin cerrar un círculo, finalizar en Urepel. Para ello conjugamos la idea con dos coches, por la cercanía de ambas localidades.
Bosques y prados en los primeros compases, antes de pisar el primer objetivo de la rocosa cima de Argintzo (1164 m).Las cercanías a la montaña es un verdadero Pirineo herboso. Más bonita es la siguiente cumbre, sin embargo menos nombrada y con buzón. Hay que trepar por sus rocas cimeras hasta la cota alta de Loilurzeko harria. Collados y comas en el programa hasta pisar el herboso, amable y orondo Okoro (1258 m), el mas alto del sector y fuera del cordal, que recuperamos después de pisar cima siguiendo el GR 10 , travesía del Pirineo por el Norte. En una bella travesía, con el viento sobre nuestras cabezas caminamos sin esfuerzo, hacia la silueta del Adi (1457 m), el gigante que nos vigila desde los primeros pasos de hoy.
Muy bien indicado todo el itinerario con señaletica, la humanización de la montaña, la siguiente referencia, cambiando el sentido es el collado de Urkiaga, carretera que une el N con el S, Baigorri con Eugi.
La marcha vuelve a ascender para pisar otra cima olvidada, Esnezelaieta, e iniciar la parte final del “boucle”, por el collado de Isterbegi y el rápido y fuerte descenso hasta Urepel. Fin de la etapa en Urepel, un pueblo bellísimo que podría estar catalogado como uno de “los mas bellos de Francia”, rodeado de las montañas que hemos recorrido, anónimo,solitario, silencioso donde parece que el tiempo se para.
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