jueves, 3 de febrero de 2011

Edurne Pasabán, Adventurer of the Year 2010 (National Geographic)




National Geographic, una de las mayores y más reconocidas instituciones educativas y científicas sin ánimo de lucro del mundo, ha nombrado a Edurne Pasabán la Aventurera del Año 2010.

El premio, prestigioso y reconocido a nivel mundial, se decide a través de la web de National Geographic. Edurne estaba nominada junto a otras nueve personas destacadas en escalada, navegación, exploración, etc.

Más de 9000 personas de todo el mundo siguen a Edurne en su página facebook. Ellas han sido fundamentales en la elección, como lo reconoce la propia alpinista.

Un reconocimiento más para sumar a los que está recibiendo últimamente. ¡Enhorabuena!




4 comentarios:

  1. Vaya montaje publicitario más cutre, la tipa esta que solo sabe andar siguiendo cuerda fija le dan primos y a los que hacen cosas de verdad en la vida ni se les menciona, ke triste

    Juanjo

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  2. Juanjo,

    En este blog caben todas las opiniones siempre que no se empleen insultos, categoría a la que pertenece la expresión que has usado para referirte a la protagonista de la entrada.

    Edurne Pasabán es una alpinista profesional cuya trayectoria (10 años dedicada a subir los catorce ochomiles, primera mujer en conseguirlo) suscita comentarios apasionados, a favor y en contra.

    Aquí queremos dar cabida a todos, porque son un reflejo de cómo se analizan las actividades realizadas por mujeres que, al igual que muchos hombres, a menudo siguen cuerdas fijas o la traza marcada para moverse por la montaña y por la vida.

    Luisa Alonso Cires

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  3. Zorionak Edurne!

    ¡National Geographic, eso suena a muy importante! Pero, independientemente de todos estos reconocimientos, creo que lo más valioso es tu propio reconocimiento a la culminación con éxito y con gran esfuerzo de un reto personal de la cual debes sentirte muy satisfecha y contenta. Si además, el reto personal es reconocido externamente por organizaciones como National Geographic mejor todavía.

    Cuando pienso en National Geographic, me vienen a la cabeza aquellos aventureros de siglos atrás que exploraban tierras y gentes desconocidas. Empresas arriesgadas, como lo es subir a una montaña de 8.000 metros. Por eso, el mero hecho de estar allí arriba tiene mérito. No sé si Edurne es la que pone las cuerdas o sigue la de sus compañeros, porque no he estado allí. Pero lo que sí parece seguro es que su labor en el equipo de alpinistas ha sido importante, de lo contrario no creo que alcanzase tan difícil reto, ni tampoco se hubiese convertido en una alpinista profesional. Porque, para subir un 8.000 se requieren muchas más habilidades que las de poner la cuerda y abrir huella: dirigir y motivar un equipo, organizar la expedición, atraer patrocinadores, etc.

    A Edurne también se le ha criticado por entrar en la carrera de los ochomiles. ¿Y por que no va haber tal carrera? O es que en el resto de los deportes (futbol, pelota, ciclismo,…), e incluso en la vida profesional no se compite? Cada uno es libre de elegir cómo quiere subir la montaña, y Edurne ha hecho su elección.

    Sólo hay una cosa que me preocupa en las ascensiones de alpinistas profesionales. Es el hecho de que el asalto a la cumbre a menudo se realiza de manera individual, aumentando el riesgo. Creo que a esa altura, el mejor seguro de vida son tus compañeros. Por el seguimiento (prensa y televisión) que he podido hacer de las expediciones de Edurne, parece que ella y sus compañeros han actuado como equipo en todo momento.

    Zorionak berriz ere!

    Asier

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