martes, 29 de junio de 2010

Caminando por Poza de la Sal - Itziar Lazurtegi


El Castellar desde el camino de la Nava

Poza de la Sal, “el Balcón de la Bureba”, es una pintoresca villa burgalesa calificada como Conjunto Histórico-Artístico desde 1.982. Su trazado urbano con sabor medieval, su arquitectura tradicional, castillo, murallas, ermitas, etc, merecen sin duda una visita. Para los amantes del senderismo y la naturaleza hay además otros muchos alicientes en el entorno, aderezados con interesantes elementos culturales, etnográficos, antropológicos, geológicos, etc.

Tejados de Poza desde el Castillo

Las salinas que dan nombre a la villa, así como el anfiteatro natural donde se ubican, cuentan con la declaración de Bien de Interés Cultural con categoría de Sitio Histórico. La delimitación de la zona afectada por la declaración, coincide en buena parte con los bordes de la estructura geológica del llamado “Diapiro de Poza de la Sal” que también está protegido mediante la declaración de Punto de Interés Geológico por el Instituto Geológico y Minero desde 1983.

El valle salino

Salinas restauradas

El diapirismo es un fenómeno tectónico producido por la ascensión de masas rocosas, generalmente sales, debido a la menor densidad y mayor plasticidad de éstas con respecto a rocas envolventes de formación más reciente. En el caso de Poza, los materiales salinos, formados durante el Triásico (–230 a –210 m.a.) han quedado expuestos por efecto de la erosión tras haber ascendido desde el sustrato profundo hacia la superficie, rompiendo el techo de las formaciones calcáreas más modernas del Jurásico y Cretácico y originando así una gran cubeta, a modo de falso cráter, surcada por numerosas fallas radiales y concéntricas y en cuyas paredes se observan los estratos inclinados por la deformación sufrida en el empuje ascendente.

Formaciones de ofita 

El diapiro de Poza está considerado por los geólogos como uno de los tres mejores del mundo por su completa estructura y perfectas condiciones de observación. En el corazón del diapiro emerge un peculiar afloramiento de rocas subvolcánicas (ofitas), de característico color negro, que se conoce con el nombre de “El Castellar” y que confiere aún más singularidad al bello enclave.

El Castellar desde el N.W.

La piedra de ofita del Castellar, de gran dureza, ha sido utilizada desde la antigüedad en los elementos constructivos de las salinas y puede verse colocada en la mampostería de los pozos, chozas, arquetones, eras, etc. Durante milenios su uso en cantería fue racional, sostenible y en perfecta armonía con el entorno, pero al cesar la actividad del salero en los años 70, las peñas sufrieron varios proyectos o tentativas de explotación a gran escala para su uso en conglomerados asfálticos de pavimentaciones de carreteras.

En los años 80, tras el fallecimiento del Dr. Félix Rodríguez de la Fuente, natural de Poza, hubo también un intento de realizar una gigantesca escultura, representando la cabeza del famoso naturalista, en la peña sur del Castellar, en la que aún pueden verse los restos de una estructura metálica. Afortunadamente se abandonó la idea y al “amigo de los animales” se le erigió un monumento más discreto cerca del portillo del Páramo de Masa, preservándose así inalterada la peculiar morfología original del promontorio. Esperemos que con las figuras de protección tramitadas (P.I.G. y B.I.C.), quede intacto para siempre este bonito monumento natural que preside el salero.

Restos de anclaje en la peña sur del Castellar

La historia de Poza y los anteriores asentamientos ubicados en su término municipal, como la antigua Salionca habitada por Autrigones o la Flavia Augusta de la época romana, estuvo siempre muy relacionada con la explotación de la sal, algo esencial en su devenir histórico y el motor de su economía a lo largo de milenios. Tan importante y laboriosa actividad artesanal marcó el modo de vida y la cultura de un pueblo que vivía por y para las salinas, dejando como legado construcciones, caminos, utensilios, canalizaciones, ingenios e incluso un vocabulario específico.

Plaza Mayor y Arco del Conjuradero en Poza



Las hijas del boticario
se crían entre cristales
y yo como salinera
entre chozas y canales.
Te digo que soy morena
aunque tenga blanco el pelo
y es que la sal me blanquea
como la luna en el cielo.

(Jota salinera pozana)


En el Centro de Interpretación de las Salinas, ubicado en la restaurada Casa de Administración de las Reales Salinas de Poza, puede obtenerse más información sobre el complejo proceso de obtención de la sal, que en Poza tiene particularidades que la diferencian con otros lugares. Los horarios de visita pueden consultarse en la página web del Ayuntamiento

Los lavaderos


1-Paseo por el interior del diapiro

Un recorrido sencillo por el interior del diapiro puede realizarse siguiendo el sendero balizado S.L-BU-67 “Las Salinas de Poza” que parte del singular conjunto formado por los lavaderos, la Fuente Buena y un pequeño acueducto atribuido a la época romana. En este punto se encuentra también una escultura del Dr. Félix Rodríguez de la Fuente, homenaje de los pozanos a su hijo más ilustre.

Indicadores

Nada más comenzar, el sendero cruza el pequeño arroyo de La Torca encauzado en un tubo de hormigón y se dirige hacia el granjerío de Rusalado, uno de los últimos enclaves de toda la cuenca salinera en abandonar la producción allá en los años setenta. Allí, además del “Monumento al Salinero” pueden observarse varias eras para la cristalización de la sal, recuperadas con fines culturales y didácticos. El negro promontorio ofítico de El Castellar ya es perfectamente visible presidiendo el valle.

Monumento al salinero

Dejando a la izquierda el reconstruido “puente verde” por donde antaño pasaban las caballerías con su carga de sal, el camino asciende en dirección N.W. hacia Fuente Villa y los restos de la Ermita de la Magdalena, patrona de los salineros. A la derecha quedan las ruinas del antiguo almacén de la Magdalena donde en tiempos de plena actividad del salero se llegaban a guardar hasta 6.400 toneladas de sal a la espera de su comercialización. Durante todo el recorrido pueden verse restos de las estructuras aterrazadas de las salinas, chozas, pozos, arquetones, canales y otras infraestructuras auxiliares ligadas a la producción de sal.

Ermita de la Magdalena y Altotero al fondo

Almacén de la Magdalena

El sendero empieza girar hacia el S.W. rodeando El Castellar por el llamado Camino de la Nava, que entronca con la actual carretera BU-502 de Poza a Masa junto a las ruinas del almacén de Trascastro, que tenía capacidad para acopiar 3.350 toneladas de sal. El sendero toma entonces dirección E. y baja durante un kilómetro en paralelo a la carretera, aunque a nivel inferior a la misma. Si optamos por descender este tramo directamente por el asfalto, podremos disfrutar de las frescas aguas de Fuente Banasta, situada a resguardo de una de las curvas de la carretera. Es curioso observar cómo va cambiando la fisonomía del promontorio ofítico según el punto del recorrido en el que nos encontremos, siendo la visión desde el sur una de las más interesantes y curiosas del conjunto.

El sendero balizado cruza después la carretera en dirección al castillo de Poza. La fortaleza que hoy contemplamos, erigida estratégicamente sobre un peñasco, es del S. XIV aunque ya existían referencias a un castillo en un documento del año 965. El actual castillo fue levantado por los Rodríguez de Rojas, Señores de Poza, para defender tanto a la población como a las salinas. Posteriormente sirvió de prisión y también fue utilizado por los franceses en la Guerra de la Independencia. Su último servicio lo prestó durante las Guerras Carlistas, siendo posteriormente abandonado. El acceso al mismo se realiza por unas escaleras talladas en la roca que llevan a la puerta ojival de entrada. Desde la terraza superior se obtiene una magnífica vista, casi aérea, de los tejados de Poza, pudiéndose también contemplar la Bureba y la cuenca salinera.

Castillo de Poza y Mesa de Oña al fondo

De vuelta al sendero balizado, sólo resta bajar a Poza, bien siguiendo las marcas verdiblancas hasta la Ermita del Cristo, o bien visitando el restaurado Palacio de los Marqueses de Poza y siguiendo después por el depósito de aguas hasta las callejas altas de la Villa.

Tiempo aproximado: 1h 45’

Peñasco del castillo desde el norte


2-Ascensiones en el entorno del diapiro
Tomando como base el sendero SL-BU 67, descrito anteriormente, se pueden combinar ascensiones a varias cotas del cresterío que forma el anillo diapírico e incluso alcanzar con relativa facilidad la peña central del Castellar.

Una primera opción consiste en subir a San Andrés (1.145 m) y a San Cristóbal (1.127 m), para ello, después de pasar la Ermita de la Magdalena y en el momento en que el sendero empieza girar hacia el S.W. para bordear El Castellar, se abandona el itinerario balizado y se continúa por un senderillo que sale a la derecha (N.W.) en dirección al collado de San Andrés (1.063 m). A la izquierda se divisa Altotero (1.176 m), presionado por el parque eólico del Páramo de Poza y a la derecha San Andrés (1.145 m), con su cobertura de pinos.


Cima de Colchón y parque eólico de Poza

La senda parece desdibujarse a veces pero sigue sin problemas hasta el collado, donde convergen varios caminos. Desde este punto, girando a la izquierda, se podría subir al Páramo para llegar a Altotero y, siguiendo de frente, se bajaría en dirección a Padrones de Bureba. Nosotros continuamos a la derecha por una pista y, tras un repecho, cuando el camino allana y gira al E, se abandona la pista por la izquierda y se alcanza rápidamente la cumbre de San Andrés, que tiene un pequeño taco geodésico. Retornando a la pista y siguiendo poco más de diez minutos más hacia el E., se puede coronar también la cima de San Cristóbal (Hito de piedras), muy cerca de donde pasa una Línea de Alta Tensión.

Tiempo: 1h a San Andrés y 1h 15’ a San Cristóbal (desde los lavaderos y contando solo la ida)

El Castellar desde el S.W.

Una segunda opción es trepar a la peña central del Castellar (1.024 m)

Situados de nuevo en el SL-BU 67, después de sobrepasar la Ermita de la Magdalena, el camino empieza a girar hacia el S.W. para rodear El Castellar. Tras un corto llaneo y una pequeña subida, a la altura de unos indicadores, se deja en sendero balizado y se toma un desvío a la izquierda que se dirige hacia las peñas. El camino se interrumpe de pronto en un estrecho campo de cereal pero continúa unos 20 metros más adelante. Recuperado el camino se sigue subiendo, pasando a la vertiente E. del Castellar junto a su base.

Casi a la altura de la última peña (la situada más al S.), cuando se acaba el camino, se asciende la derecha y se progresa hacia la Peña Central (1.024 m), apoyando las manos en alguna ocasión. En el tramo final hay que realizar una corta trepada en una placa inclinada (más fácil rodeando por la derecha la parte final de la placa por un pequeño paso). Precaución si la roca está mojada.

Desde lo alto del Castellar se contemplan al N. las elevaciones de San Andrés y San Cristóbal, al W. Altotero, al S. Colchón y al E. la peña donde se asienta el Castillo de Poza.


Tiempo: 1h (solo ida desde los lavaderos)

Torreón sur del Castillo 

Una tercera posibilidad es subir a Altotero (1.176 m) y Colchón (1.154 m), siendo la primera la cumbre más visitada de Poza. El ascenso se realiza tanto desde el collado de San Andrés citado anteriormente, como desde el antiguo almacén de sal de Trascastro. Frente al almacén, al otro lado de la carretera, sale el viejo camino al Páramo por el que se llega en 20’ al portillo del Páramo de Masa, donde se encuentra el monumento al Dr. Félix Rodríguez de la Fuente. Desde allí se continúa otros 20’ hacia el N. hasta el vértice geodésico y buzón de Altotero o “La Mojoya” como dicen los pozanos. El alto es un magnífico mirador sobre el falso cráter que forma el diapiro salino, la Sierra de Oña y la inmensa llanura burebana con Santa Casilda y la Sierra de la Demanda al fondo.

Monumento a Félix y Altotero al fondo

Desde el portillo, si seguimos hacia el S.E. se pueden alcanzar también las dos cotas de Colchón. La más alta (1.154 m) está señalada con un cairn y la más baja (1.152 m) cuenta con una antena y un mirador.

Al portillo puede accederse también caminando por una pista de construcción reciente que sale de la explanada del castillo o en vehículo por la carretera BU-502.

Tiempo: 1h 30’ a Altotero desde Poza, 40’ desde Trascastro y 20’ desde el portillo del Paramo (monumento a Félix). Para Colchón los tiempos son similares (solo ida)



3-Otros itinerarios desde Poza de la Sal

Además de los recorridos por el entorno y cresterío del valle salino pueden realizarse otros interesantes itinerarios partiendo de Poza, como el sendero P.R.-BU-15 “Raíces de Castilla” que une la villa salinera con la villa condal de Oña y la ciudad de Frías (probablemente la “ciudad” más pequeña del mundo)

El P.R.-BU-15 parte de los lavaderos, donde hay un panel explicativo. Recorre una distancia de 43 km y puede realizarse cómodamente en 3 etapas (Poza-Oña, Oña-Barcina de los Montes y Barcina de los Montes-Frías), aunque los más entusiastas podrán hacerlo de una tirada contando con un coche de apoyo.

Otra posibilidad es seguir el P.R.-BU-68 “Camino de Los Molinos” visitando una pequeña cascada, la antigua fábrica de luz del Porvenir y las ruinas de un convento franciscano.

Otros bonitos paseos parten de las últimas casas de la calle del Cristo, al S.W. de la población y llevan hasta las vecinas poblaciones de Lences y Castil de Lences.

Peña sur del Castellar


Bibliografía:
Eduardo Saiz Alonso. Las salinas de Poza de la Sal. Excma. Diputación Provincial de Burgos

Páginas web:
Ayuntamiento de Poza de la Sal: http://www.pozadelasal.es/
Asociación de Amigos de las Salinas de Poza de la Sal: http://www.salinasdepoza.net/
Raíces de Castilla: http://www.raicesdecastilla.com/

www.mendikat.net: El Castellar, Altotero, ColchónSan Cristóbal, San Andrés

(Recibido en Mujeres de Pyrenaica / Pyrenaicako emakumeak: 28/06/2010)

Más información: Pyrenaica, nº 242, 2011

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